El Registro Civil de Calatayud ha denegado el cambio nominal que solicitó un adolescente transexual de 15 años de la localidad. Lo ha hecho alegando que el nombre elegido por el joven, Gabriel, «remite única e inequívocamente al sexo masculino, y no es un nombre neutro».

Así lo pone de relieve la campaña de recogida de firmas que ha iniciado su madre, Pilar Suarez, en la plataforma digital Change.org. En ella, solicitan que el Registro Civil cambie de parecer y, de esta forma, admita el cambio de nombre. En la explicación de esta iniciativa, que al cierre de esta edición recopilaba casi 6.000 firmas, su madre detalla que la denegación del cambio de nombre tuvo lugar antes de que comenzara este verano.

Además, destaca que el rechazo a esta petición se dio a pesar de que aportaran informes médicos de distintos especialistas (actualmente está en tratamiento hormonal con bloqueadores), la tarjeta sanitaria -en la que aparece la denominación que solicita- y un informe del instituto en el que estudia que acredita que Gabriel es su nombre habitual. «Parece que nada de eso ha sido tenido en cuenta: han rechazado este cambio de nombre. No consideran que Gabriel deba llamarse Gabriel», se lamenta la madre en el texto.

La explicación aportada en la plataforma digital subraya que el auto genera en el adolescente «una situación de humillación cada vez que tiene que identificarse públicamente y menoscaba su intimidad, privacidad y dignidad».

El texto también recalca que, aunque el auto admite que el joven es una persona trans y que Gabriel es su nombre habitual, no puede autorizar el cambio porque esta denominación «remite única e inequívocamente al sexo masculino, y no es un nombre neutro».

«Esta discordancia entre lo real y lo registral provoca un sufrimiento gratuito e innecesario en mi hijo y puede considerase maltrato institucional», afirma su madre.

Así, la campaña solicita una reunión con la fiscal y la juez encargada del Registro Civil, organismo que pertenece al juzgado de primera instancia número 2 de la localidad, cuya titular es Paola García, con el fin de que puedan «hablar y conocer a Gabriel y que puedan revisar y rectificar» el auto que niega al joven «el derecho a ser quien es».

El alegato de la madre argumenta que «muchos autos favorables» han otorgado el cambio de nombre y añade que «otros han sido denegados, dependiendo siempre de la sensibilidad o el conocimiento de esta realidad por parte de jueces y fiscales».