El Grupo de Atracos de la Jefatura Superior de Policía investiga un violento robo cometido por cuatro individuos que en la madrugada de ayer viernes se llevaron 12.000 euros en metálico de un domicilio del barrio de Torrero.

El asalto fue descubierto por el dueño de la vivienda, un empresario del sector de la hostelería que regresaba a su casa en torno a las cuatro y media de la mañana tras haber cerrado su local.

Nada más aparcar la motocicleta con la que se desplaza frente a la casa, situada en la calle Cuarte, se percató de que cuatro individuos salían corriendo de la misma. Inmediatamente, sin siquiera haberse colocado el casco, se puso a perseguirlos montado en su moto por las calles de Torrero.

Momentos después de haber iniciado la persecución, el empresario se cruzó con un coche-patrulla del Cuerpo Nacional de Policía, a cuyos ocupantes les explicó lo sucedido y les mostró su temor por que los asaltantes hubieran agredido a su esposa, que se encontraba en la casa durmiendo. "Estos igual se han cargado a mi mujer", llegó a decirles.

Los policías dieron la alerta a la sala del 091 e, inmediatamente, se dirigieron con el empresario hacia la vivienda para comprobar si la mujer había sufrido algún daño.

La encontraron atada de pies y manos y amordazada. La mujer presentaba claros síntomas de haber sido golpeada, aunque su estado no era grave.

La casa estaba totalmente revuelta. Los ladrones habían rebuscado por los cajones y los muebles de la vivienda para tratar de localizar el dinero que pudiera guardar el empresario, parte del cual se encontraba distribuido en varios sobres en distintos lugares.

Los ladrones habían reventado el bombín de la cerradura de la puerta principal para acceder a la casa.

El Grupo de Atracos centra sus investigaciones en grupos de delincuentes de origen eslavo, ya que, por las informaciones que pudieron recoger, los asaltantes de la casa del hostelero hablaban un idioma parecido al ruso.

También deberán determinar si se trata de personas cercanas a la propia víctima o si pudieron contar con la ayuda de alguien que pertenezca a esos círculos, ya que disponían de información precisa para perpetrar el golpe.