En tiempos de mindfulness y de pensamiento positivo, ellos muestran “lo que realmente funciona”: “Ir a la causa de los problemas". Son el psicólogo Jesús Jiménez Cascallana y la psicoterapeuta María Ibáñez Goicoechea, afincados desde hace 15 años en Huesca y con innumerables hitos en su trayectoria: "Proponemos un nuevo modelo psicológico, práctico, basándonos en los resultados de nuestras investigaciones durante más de 28 años y los 20 de experiencia profesional en la psicología clínica", indican. Su reconocimiento les ha llevado a impartir conferencias por España y Latinoamérica: "Un total de 95 ponencias en ciudades como Madrid, Zaragoza, Barcelona, Pamplona, Buenos Aires, Santiago de Chile, Montevideo, La Paz, Huesca o Logroño, a las que han asistido más de 10.000 personas. En la última, que tuvo lugar en Madrid, en el Circulo de Bellas Artes, nos acompañaron 500 personas". Estas cifras se refuerzan con su amplia comunidad en las redes sociales: más de 416.000 seguidores en Facebook, 218.000 visualizaciones en sus vídeos de YouTube y 76.000 seguidores en Instagram.

Ahora acaban de publicar su quinto libro, “Aprende a resolver lo que te hace sufrir” (La Esfera de los Libros, 2019), y mañana recalan en Zaragoza, en el Ibercaja Patio de la Infanta, dentro de su ciclo de seis conferencias en toda España “Sabiduría para vivir”, que suelen ser multitudinarias (hasta ahora han tenido aforos de más de 300 personas en Barcelona, Sevilla, Vigo y Bilbao). ¿Por qué? "Porque lo que explicamos es 'revolucionario', lógico y certero, y en cada encuentro lo mostramos de manera teórica y práctica, sin que el espectador se mueva de su butaca", señalan. De hecho, las tres primeras, impartidas en Vigo, Barcelona y Sevilla, han tenido un aforo total de casi 900 personas.

Como explican, su principal interés radica en desentrañar la psique y el comportamiento para ofrecer una vía de solución a los conflictos, tanto personales como sociales, basada en la comprensión de los problemas y el desarrollo personal: "Para ello, además de estudiar la psicología oficial y numerosas técnicas alternativas, hemos investigado durante años con un enfoque diferente y verdaderamente útil: la única manera de acabar con el malestar o sufrimiento es comprendiendo sus causas, que son los errores psicológicos sin resolver. Así pues, el sufrimiento, la depresión, la ansiedad, los trastornos psicológicos… son el efecto, no la causa".

Y añaden que, hasta ahora, las corrientes terapéuticas y los modelos actuales son parciales: no llegan a esa causa. "En el campo de la psiquiatría -matizan- se utilizan psicofármacos, que ayudan con los síntomas pero no resuelven los conflictos o trastornos de manera permanente. Y en el ámbito de la psicología, las terapias más punteras son las llamadas 'contextuales o de tercera generación', como el mindfulness, la aceptación y compromiso, la terapia dialéctico-conductual… No funcionarán a largo plazo, porque se basan en la fuerza de voluntad que, en el mejor de los casos, alivia parcialmente los síntomas, pero no acaba con las causas, por lo que el problema suele volver a aparecer con el tiempo".

“Los conceptos 'inteligencia emocional' e 'inteligencias múltiples' son falsos”

Ibáñez Goicoechea, psicoterapeuta, incide en que sus investigaciones concluyen en que, para tener una vida tranquila y feliz, hay que comprenderse a sí mismo: "Cada persona tiene que observarse y aprender a resolver los conflictos sin miedo: hasta ahora se ha reprimido el miedo, pero hay que aprender a resolverlo. Sólo así solucionaremos el caos interno, que derivará en una mente clara y ordenada, fundamental para esa vida inteligente y tranquila. Y lo mismo en la educación de los hijos: se necesita tener la mente clara para transmitir claridad".

En este aspecto, Jiménez Cascallana (psicólogo especialista en Clínica y Educativa) profundiza en que, actualmente, hay una tendencia a educar a los hijos con el deseo de que sean los mejores, no para que aprendan a ser felices. Lo que tenemos que hacer es ayudarles a comprender bien sus errores, pero explicándoles las causas, educándoles con cariño...: si no, lo único que estamos haciendo es transmitirles inseguridad. Muchas veces, el 'refuerzo positivo' fomenta la competitividad, y debemos enseñarles a colaborar, no a competir".

Ibáñez y Jiménez también explican que los conceptos "inteligencia emocional" e "inteligencias múltiples", tan de moda en los últimos años, son falsos: "Inteligencia sólo hay una, y es la capacidad de comprender la realidad tal y como es. Lo demás, son capacidades o habilidades, instrumentos para aprender, pero no formas de inteligencia", concluyen.