Durante estos días en los que se está llevando a cabo el sacrificio de los 92.700 visones de la explotación de la localidad turolense de La Puebla de Valverde, tras el brote de covid-19 detectado y debido a la transmisión comunitaria y al riesgo sanitario, se abre el debate sobre la existencia de las granjas de visón americano.

El operativo continúa y está previsto que acabe entre el miércoles y jueves, tras iniciarse el pasado viernes, utilizando CO, según fuentes del Gobierno de Aragón. Estas indicaron que los cadáveres de los animales se llevarán a una planta de tratamiento para su incineración. La tarea se encarga a dos empresas privadas, según la única información que brindaron sobre el proceso a este diario.

Las agrupaciones defensoras del medio ambiente exigen el cierre de las explotaciones, que son «absolutamente prescindibles» y que «ponen en grave riesgo la salud de las personas y de los ecosistemas», según defiende Amigos de la Tierra en Aragón. Para la asociación ambientalista, las granjas de visón americano para su cría y suministro a la industria peletera suntuaria es un ejemplo de insostenibilidad. «El contagio masivo de la granja de La Puebla de Valverde y el sacrificio de más de 92.000 animales, la pérdida de empleos, más la indemnización que deberá abonar el Gobierno de Aragón, demuestran lo errado de esa actividad», explican.

Asimismo, apuntan que a raíz de los escapes, «máxime cuando se crían visones en granjas por decenas de miles», es un contrasentido mantener estas explotaciones. Puesto que, indican, el Gobierno de Aragón invierte importantes recursos económicos y humanos en un plan para erradicar el visón americano mediante un amplio sistema de trampeo para extraer a los animales de la naturaleza.

Especie invasora

El visón americano es un animal salvaje, un carnívoro de la familia de los mustélidos, catalogado como especie exótica invasora. «Los animales escapados de granjas se reproducen y establecen en el medio natural proliferando abundantemente», señalan. Por lo que consideran que es un peligro para la biodiversidad. «Depredan sobre la fauna autóctona y compiten con el visón europeo que es la especie nativa y que está en grave peligro de extinción en España», detallan.

Por otro lado, apuntan a un peligro sanitario para las personas «al ser hospedadores del covid-19». Sin embargo, también preocupa que los animales infectados puedan transmitir el virus a las poblaciones silvestres de mustélidos y felinos, que son susceptibles de contagiarse, en caso de escapes. «Las granjas de visones son un doble peligro sanitario para personas y medio ambiente», alertan.

Otra de las organizaciones, WWF, presentó una campaña para «evitar la presencia de esta ‘bomba biológica’». Exige al Gobierno central el cierre inmediato y definitivo de las existentes en el país, «acorde al peligro que supone esta actividad», tras varios casos de contagios en instalaciones en Holanda.

La Asociación Española de Criadores de Visón (AGAVI) por su parte, afirmó en un comunicado que está «aceptado científicamente» que los animales se infectan de coronavirus a través de los seres humanos y que la vía inversa «no está demostrada a día de hoy».

Señaló que, una vez tuvieron conocimiento de los casos en Holanda a finales de abril, establecieron «una comunicación y colaboración constante» con las autoridades de Sanidad Animal «con el fin de articular medidas de bioseguridad específicas, que evitaran la entrada del virus» en sus explotaciones. Incidió en que están estudiando con las autoridades medidas reforzadas de vigilancia de las granjas y de su personal.