El sector de la seguridad privada en Aragón conmemoró ayer, por tercer año consecutivo, su día de homenaje, presidido por el espíritu de cooperación frente al de subordinación con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que, a su juicio, les garantiza la flamante Ley del sector.

Este cambio de paradigma lo subrayaron tanto el general Jefe de la Octava Zona de la Guardia Civil, Antonio Tocón, como el Jefe Superior de Policía de Aragón, José Villar del Saz, en sus discursos ante los alrededor de 300 guardias de seguridad, detectives privados y empresarios que celebraron esta jornada en el hotel Iberus de Zaragoza. El delegado del Gobierno en Aragón, Gustavo Alcalde, remarcó que "sin seguridad, el Estado de Derecho se tambalea".

También recordó que la fecha de la celebración recuerda la firma, en 1518, de la autorización a las entidades locales para elegir un vigilante que evitara la tala de árboles, por parte del rey Carlos I, "precisamente en Zaragoza".

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El presidente de la Comisión Organizadora del evento, Jesús Ibáñez, expuso en su discurso que la Ley de Seguridad Privada había sufrido avatares y críticas "propias del desconocimiento del sector", pero que finalmente había salido adelante "reafirmando el carácter subordinado y complementario" del sector respecto al poder público. "No sustituimos a las Fuerzas de Seguridad", remarcó. Los aspectos más polémicos del anteproyecto de ley, como el que posibilitaba --teóricamente-- que los guardias arrestaran a agentes, fueron eliminados.

Ibáñez ensalzó la norma por "luchar contra el intrusismo" y "proteger del fraude" al requerir más seguridad respecto a los antecedentes penales y fiscales. También por su regulación, más clara y adaptada a las nuevas tecnologías, de los detectives privados.

En el acto se recordó el sector de la seguridad privada lo componen unas 2.500 personas en Aragón, responsables de transportar y custodiar 2.250 millones de euros al año, que vigilan 30.000 alarmas, prestan cinco millones de horas de servicio y protegen diez millones de kilómetros cuadrados, entre otras cifras.

El acto incluyó la distinción por parte del propio sector de algunas empresas y agentes y 64 distinciones de la Policía y la Guardia Civil por actuaciones reseñables como los desalojos del Pilar, por la bomba colocada por los anarquistas, o el de la Audiencia, días después, por una falsa alarma.