La instalación de semáforos intermitentes para bicicletas en la calzada del paseo Independencia solo se realizará en el caso de que el informe técnico avale que la seguridad vial está garantizada. A la espera de este documento, el servicio de Movilidad y Servicios Públicos todavía no ha cuantificado el coste de esta nueva medida, que se conjugará con la instalación de señales de limitación de velocidad --a 10 por hora-- en el carril bici sugerido. De este modo, los ciclistas podrían sortear los ocho pasos de peatones con semáforo que existen en el paseo y adelantar al tráfico rodado cuando esté en rojo.

El hecho de que Movilidad no haya iniciado los trabajos provocó que la pasada semana el grupo municipal de IU arremetiera contra la política ciclista del consistorio, que a su juicio está sufriendo un "parón" con la convocatoria "a golpe de moción" del Observatorio de la Bicicleta, órgano consultivo del que partió la propuesta de los semáforos en ámbar para Independencia.

De hecho, se ha constatado el incremento de la conflictividad en el paseo Independencia tras el pintado del carril bici en la acera. Por eso, en el pleno de febrero se aprobó por unanimidad la instalación de semáforos intermitentes para los ciclistas, así como la limitación de velocidad a 10 por hora en el carril bici. El objetivo de esta medida era facilitar que los ciclistas pasaran a la calzada, de modo que el carril bici sea menos frecuentado.

A pesar de las quejas por el retraso de esta medida, fuentes del consistorio indicaron que se está a la espera del informe de Movilidad Urbana y de Policía Local. Ambos valorarán la puesta en marcha de la regularización semafórica para bicicletas "sobre todo desde el punto de vista de la seguridad vial". Cuando den el visto bueno, será el momento de realizar el proyecto y su valoración económica, que todavía no está definida.

De este modo, las bicicletas podrían no respetar la señalización semafórica del paseo y adelantar en las zonas previstas a los coches, lo que les daría una ventaja respecto al resto del tráfico y al carril bici, dado que en teoría se ven obligados a parar para dejar paso a los peatones que van a cruzar la calzada. En el paseo hay ocho pasos de peatones con semáforo.

El origen son los dos millones de euros que costaría realizar el carril bici en la calzada, dado que estas obras hubieran obligado a retranquear la acera, además de eliminar una fila de tilos y desplazar las farolas.