El ambiente en la Policía Local de Zaragoza parece enrarecido en los últimos meses. Más de lo habitual. Con unas negociaciones sobre la reorganización de turnos y calendarios paralizadas, el sindicato CSL, mayoritario en la ciudad, ha remitido en las últimas semanas sendos comunicados para criticar, por un lado, la asignación de escolta al jefe del cuerpo, y por otro la desorganización de las unidades, que les lleva, aseguran, a asumir competencias que no serían suyas. El desorden organizativo ha provocado incluso, según aseguraron desde el sindicato, que en ocasiones se hayan dejado coches vacíos ante edificios públicos para dar sensación de seguridad. Unas prácticas que, según las mismas fuentes, hace tiempo que se acabaron. Los agentes llevan años proponiendo una reorganización de efectivos que, sistemáticamente, se aplaza.