Aragón registró el año pasado 18.288 accidentes laborales, un 6,48 por ciento más que en 2017, de ellos, 36 mortales, lo que representa un incremento del 24,13 por ciento, según los datos recogidos en un informe sobre siniestralidad en el trabajo elaborado por Comisiones Obreras.

El deterioro de las condiciones de trabajo, por la alta precariedad y rotación de las plantillas y la falta de inversiones en prevención por parte de las empresas, están detrás del repunte de la siniestralidad laboral y de las enfermedades profesionales, ha asegurado en la presentación de este estudio el secretario de Salud Laboral de CCOO, Luis Clarimón.

El año pasado se registraron en total 18.288 accidentes laborales, 17.528 leves, 116 graves y 36 mortales. De estos últimos, 25 durante la jornada laboral y 11 in-itinere frente a 26 y 3, en cada caso, registrados en 2017.

Según Clarimón, del total de fallecimientos, 8 fueron por las condiciones de trabajo y otros tantos por accidentes laborales, nueve por patologías no traumáticas y el resto, en los desplazamientos al ir o regresar del trabajo.

Las cifras muestran que el año pasado se registraron de media 50,10 accidentes laborales al día. El único sector productivo en el que descendieron fue el agrario (un 0,57 por ciento), mientras crecieron más en la construcción, el 18,56 por ciento, seguido de la industria, con un crecimiento del 13,4 %, y los servicios (2,48 %).

Según CCOO, en Aragón no ha habido mejoría respecto a los riesgos físicos y ambientales a los que están expuestos los trabajadores: altas y bajas temperaturas, ruido, manipulación de sustancias químicas o productos infecciosos, sumados a una creciente incidencia de los ergonómicos producidos por movimientos repetitivos de manos o brazos, a posturas forzadas o fatigantes o a llevar y mover cargas pesadas.

Las condiciones de trabajo, al haber más precariedad, son "más inseguras, más peligrosas y más penosas", ha remarcado Clarimón, quien ha incidido en que son los más jóvenes y los trabajadores que más rotación sufren los más vulnerables del mercado de trabajo por tener menos experiencia, incentivos y formación.

En ese sentido, ha llamado la atención sobre el número de accidentes de trabajo que se producen en función de la antigüedad de los trabajadores.

Así, sin contar con los siniestros registrados in-itinere, el 26,32 por ciento de todos los siniestros los sufrieron empleados eventuales con un contrato de hasta 3 meses, 4.069 de ellos leves, 22 graves y 9 de los 25 accidentes mortales.

Las empresas de entre 101 y 500 trabajadores registraron el 22,55 % de todos los accidentes y el 36 de los mortales y Clarimón ha destacado también que 9 de los 36 accidentes mortales (en esta cifra se incluyen los 11 in-itinere) fueron por patologías no traumáticas en los centros de trabajo y que se mantiene la tendencia de que las mujeres sufran más accidentes en los desplazamientos al entrar o salir del trabajo, y lo ha vinculado a esa "doble jornada" a que están sujetas por el cuidado de familiares.

En cuanto a las enfermedades profesionales -el año pasado se contabilizaron 1.445, un 18,7 % más que un año antes y en el conjunto, 608 con baja-, ha asegurado que están infradeclaradas y que muchas de ellas pasan por enfermedad común.

En ese aspecto, ha reclamado la puesta en marcha de la red de médicos centinela para que los trabajadores sean derivados a las mutuas y que no sea la Seguridad Social la que se haga cargo del coste del tratamiento.

Más empleo de calidad, más formación y más estabilidad son claves para reducir la siniestralidad, además de impulsar los sistemas de prevención de riesgos laborales, ha destacado Clarimón de las conclusiones del informe, en el que CCOO propone además garantizar la perspectiva de género en todas las actuaciones en materia de salida laboral.

CCOO considera necesario, en relación con las enfermedades profesionales, un mayor esfuerzo de las administraciones para acabar con el subregistro y la puesta en marcha de programas de visitas a empresas con riesgos especiales, como los procesos de producción que han estado expuestos a sustancias cancerígenas como el amianto, para cuyas víctimas reclama un fondo de compensación.

Asimismo, para CCOO es preciso que el Instituto de Seguridad y Salud Laboral de Aragón y la Inspección de Trabajo intensifiquen los programas de control de las empresas con alta siniestralidad, porque en algunas es "una epidemia", o poner en marcha planes de movilidad mancomunados entre empresas, entre ellas las ubicadas en polígonos industriales, para reducir los accidentes in-itinere.