Los taxistas y los conductores de autobús de Zaragoza constataron ayer las manifestaciones técnicas que indican que en la capital hay demasiados semáforos y que muchos están mal colocados. Abogaron por reorganizar estas señales, con cambios de ubicación y funcionamiento, como forma de mejorar el tráfico en la ciudad, siempre desde el principio básico de aumentar la seguridad vial.

El lunes, en unas jornadas de policías locales de todo el país, el ingeniero jefe de Movilidad Urbana de Zaragoza, Antonio Ramos, aseguró que la ciudad tiene 520 intersecciones semafóricas, de las que sobrarían 220, e indicó que no siempre están bien colocadas. Aseguró que hay zonas donde se han detectado déficits, pero que en el presupuesto de este año no hay partida para cubrirlos. Y aclaró que en ocasiones pesan más la presión social y la demanda ciudadana para colocar un semáforo que la apuesta técnica.

El presidente de la Asociación Provincial de Autotaxis de Zaragoza, Luis Miguel de Torres, constató que en la capital "hay muchos semáforos", pero también añadió que es "de las más seguras de España".

Resaltó que hay muchos casos de mala ubicación, o de "ineficacia", que se resolverían con pequeñas medidas. Como desplazar unos metros algunos semáforos de peatones que están inmediatamente después de un cruce también regulado por una de estas señales, lo que evitaría tapones y daría más fluidez al tráfico.

De Torres concluyó que hay puntos en los que los semáforos podrían estar mejor sincronizados, pero admitió que es un problema complejo.

Javier Anadón, portavoz del sindicato mayoritario de TUZSA, la empresa de transporte de Zaragoza, expresó unas opiniones parecidas. "Hay muchos semáforos y en algunos sitios retrasan la circulación". A su juicio, habría que replantearse el funcionamiento de estos aparatos. A veces, apuntó, hacer parpadear en ámbar un semáforo de peatones aligeraría la circulación y mantendría la seguridad para el ciudadano.

El concejal de Movilidad Urbana, Jesús Sarría, no quiso pronunciarse sobre ese hipotético exceso de semáforos y comentó que se obtiene a partir de los criterios de un estudio (que aconseja que haya uno por cada 2.000 habitantes). Recordó que cada ciudad tiene sus características y está condicionada por su historia.

Es decir, que Zaragoza se ha desarrollado de determinada manera y ese crecimiento --y su trama urbana-- están muchas veces detrás de la distribución de sus señales.

El edil abogó por actuar desde la planificación y garantizó que se toman medidas para racionalizar el tráfico, no sólo a partir de las señales verticales. Y resaltó que es necesario intentar conciliar las propuestas técnicas con las demandas sociales, que no siempre coinciden.

Dijo que este año sí hay dinero para semáforos (se colocan cinco cerca de colegios y se lleva a cabo un completo plan en el Actur). Pero admitió que es posible "mejorar la distribución" de estas señales.