Según recoge el auto del juez Velasco, el artefacto explosivo casero produjo daños por valor de 143.315 euros. Gran parte de ellos derivados de la reparación del órgano, con 123.750 euros. Cifra las labores de limpieza del templo en 4.227 euros, la de la tapicería en 1.629, el material informático en 549, los arreglos en escayola en 2.839 y los trabajos de carpintería de los bancos en otros 10.321 euros. La explosión afectó a los bancos del altar mayor, a los ángeles esculpidos en la zona del coro, a la sillería y, por supuesto, al órgano.

Además, las lesiones auditivas de la feligresa afectada, que en principio trascendieron como leves, fueron de la suficiente entidad como para imputar a los responsables un delito de lesiones graves. Se trató de "una otalgia producto del sangrado en el oído izquierdo con perforación del tímpano y leve sangrado en el conducto auditivo derecho". Esto, unido al ataque de ansiedad y al estrés postraumático, causaron a la mujer una baja laboral de 60 días, diez de los cuales fueron impeditivos, según recoge el auto.