Canfranc recordó ayer la importancia de su estación durante la II Guerra Mundial en unas Jornadas Históricas a las que asistió Eve Rosenzweig, testigo del holocausto nazi que, junto a su familia, fue protagonista de la huida de miles de personas a través de la estación jacetana.

Rosenzweig, quien actualmente vive entre Nueva York y Londres, narró su historia en un evento que puso de manifiesto la relevancia internacional en el conflicto de la estación. Gracias a la OSE, una organización que ayudaba a los niños judíos, Rosenzweig y su hermana mayor pudieron emprender un largo viaje hacia Estados Unidos pasando por Canfranc.

El alcalde de Canfranc, Fernando Sánchez, aseguró que la protagonista de las jornadas "lo pasó muy mal, pero que tuvo un final feliz".

Por otro lado, Sánchez valoró la respuesta del público a las jornadas y explicó que permitirán "redondear" un año en el que se ha celebrado la recreación de la inauguración de la estación para "mantener vivo el Canfranc", dijo. Sánchez destacó que este tipo de actividades "ponen de manifiesto las ganas que tiene la gente" de saber sobre la estación, el ferrocarril y Canfranc. "Este espacio ha tenido mucha repercusión en todos los sentidos, sobre todo mediático y económico", señaló el alcalde.