El proyecto de unión eléctrica entre España y Francia ha corrido, por una vez, más deprisa que su tramitación burocrática y judicial. Eso explica que todavía sigan en pie torres sin cableado ni función alguna a partir de Peñalba y hasta la localidad de Graus. En realidad, está construido y en funcionamiento el tramo desde Escatrón (subestación Aragón) hasta Peñalba, donde la red da energía a la línea del AVE entre Madrid y Barcelona. Desde ese punto en adelante, las torres siguen en pie, afeando el paisaje, pero sin tendido eléctrico. En Graus, por otro lado, la línea se une con el ramal denominado Graus-Sallente, que se dirige a Cataluña. Esta cicatriz podría agrandarse y extenderse por el territorio si el proyecto sigue hacia adelante. Los vecinos del Pirineo, que viven del turismo, persisten en su idea de que una línea de estas características supondría un golpe fatal para sus economías y no les reportaría ningún tipo de beneficio. Por eso no entienden que el Gobierno vuelva a recuperar algo que ya se había quedado aparcado.