Unas 300 personas se han manifestado esta mañana en Zaragoza para exigir la recolocación de los trabajadores de la central térmica de Andorra y sus subcontratas, ya que la planta cerrará el 30 de junio como consecuencia de los planes de la Unión Europea para la descarbonización de la producción de energía. Una pancarta con el lema "Transición o traición" abría la marcha y numerosos participantes iban provistos de cruces para reflejar gráficamente los puestos de trabajo perdidos.

Los convocantes de la marcha, desde representantes de los trabajadores afectados a los sindicatos UGT y CCOO, han pedido una "transición justa" para que el mercado laboral reabsorba los 300 puestos de trabajo que se perderán con el cierre definitivo de la planta andorrana. En primer lugar apuestan por que participen en el desmontaje de la propia central, un proceso que puede durar seis años, y en el montaje del parque de energía solar que debe sustituirla. A largo plazo, abogan por un plan de reindustrialización de las Cuencas Mineras que evite el paro masivo.

"Existe una sensación de inquietud porque se van cubriendo los plazos previstos desde que se decidió el cierre de la central y no acabamos de ver que se estén cumpliendo las promesas que se han hecho", ha señalado Francisco Pina, de Comisiones Obreras, al comienzo de la manifestación, que ha partido a las 11.00 de la plaza de Aragón y ha terminado 45 minutos más tarde ante la sede de la Delegación del Gobierno en Aragón, en la plaza del Pilar. Allí, su responsable, Pilar Alegría, ha recibido a una delegación sindical que le ha entregado el manifiesto leído al término de la concentración y en el que se pide que "una transición justa" garantice el empleo de la fuerza laboral que queda sin cometido con la clausura de la central.

La situación es especialmente preocupante para los trabajadores de las subcontratas, que durante años se han dedicado a labores como el transporte de mineral, la limpieza de las calderas y el mantenimiento de la maquinaria. Se trata de unas 130 personas para las que las fuerzas sindicales piden cursos de formación que las capaciten para la etapa que se abre con el desmantelamiento de la planta energética.

"Necesitamos hechos, no palabras", ha subrayado Pedro Miñana, responsable de la Plataforma de Subcontratas. "En las contratas quedamos 120 pendientes de recolocación, pero si tenemos en cuenta el goteo de pérdida de puestos de trabajo desde que se anunció el cierre nos vamos a 420 personas, de las que unas están en el paro otras han encontrado trabajo en otras actividades y en otros sitios", ha señalado.

"Lo cierto es que, a estas alturas, no hay todavía planes de las administraciones para dar trabajo a los que van a perder su empleo", ha manifestado Daniel Alastuey, de UGT-Aragón. "A corto plazo, lo mejor es implicar a Endesa para que nos digan cuáles son sus planes y los trabajadores de las contratas se puedan formar y puedan trabajar en el proceso de desmantelamiento como paso previo al convenio de transición justa", ha añadido.