El cuarto cinturón de Zaragoza se ha consolidado con el paso de los años en una de las arterias principales para los vecinos de la capital. Su capacidad, muy por encima de la intensidad media de vehículos que actualmente soporta, no se ha resentido pese a que en los últimos cinco años el tráfico ha aumentado hasta en un 30%. Sus carriles han dejado de ser de uso exclusivo para conductores que están de paso por la ciudad, en dirección a Madrid, Barcelona, Madrid o Logroño. Su calzada es ya lugar de paso obligado para miles de ciudadanos que han visto empeorados todos sus itinerarios por el interior del casco urbano, y también en el acceso más rápido a los grandes polos de actividad, sobre todo comercial, que se han ido asentando en sus proximidades. Eso ha hecho que las cifras se disparen en todos sus tramos.

Atrás quedan los registros que en el 2012 apuntaban a una intensidad media que apenas rebasaba los 52.000 coches y camiones en los tramos más utilizados. Ahora esa misma cifra se rebasa en la mayoría de ellos, especialmente en todo el arco comprendido desde la conexión con Plaza hasta la de la autovía Mudéjar y los polígonos de Cogullada y Malpica.

DE PLAZA A PUERTO VENECIA

Si bien es cierto que este es el itinerario utilizado para todos los desplazamientos por carretera entre Madrid y Barcelona, los más de 68.000 vehículos diarios que había entonces se han convertido en más de 84.000. Crecimiento que se da, en mayor o menor medida pero siempre constante, en cada uno de los tramos de esta circunvalación de cerca de 23 kilómetros de longitud. Junto a ellos, grandes centros de actividad económica o comercial, como Puerto Venecia, Plaza, el parque empresarial de la Expo, entre otros; o de servicios al ciudadano, como la intermodal de Delicias, la Ciudad de la Justicia o el Parque del Agua.

En el año 2011 empezaron los problemas para utilizar el centro como vía rápida para moverse entre distritos alejados. La plaza Paraíso, con la irrupción del tranvía ha pasado en ese mismo tiempo de los más de 70.000 de entonces a los 51.335 que se registran de forma regular este año. Y no era casual, ya que la plaza España vio aminorado su tráfico un 62% y el paseo Independencia, un 70%.

Eso provocó que las circunvalaciones de Zaragoza ganaran usuarios, que hoy buscan sortear las complicaciones y ganar tiempo en sus desplazamientos cotidianos. Y si el tercer cinturón aumentó en los primeros años entre un 30% y un 40% su intensidad media de vehículos, el cuarto, la Z-40, lo ha hecho igual pero con más lentitud.

Los datos oficiales que maneja el Ministerio de Fomento así lo atestiguan. Incluso en los tramos menos utilizados ha crecido. En este caso, los datos de la Ronda Este, al que conecta la N-II en Santa Isabel con el tramo que enlaza con el acceso de la A-68 en dirección a La Cartuja, tampoco son nada desdeñables. Actualmente son 34.460 vehículos diarios de promedio los que soportan estos 7,5 kilómetros de calzada, cuando en el 2012 eran 29.164. También se nota que sea la parte más alejada a la zona habitada de Zaragoza, salvo en los extremos. Mejores cifras arroja el tramo que conecta esta carretera, la de Castellón (A-68) con la autovía Mudéjar en dirección a Cuarte de Huerva. Y no solo porque sea la salida natural hacia Teruel y Valencia. Eso había provocado ya en el 2012 que los vehículos que la usaban fueran 37.036 de media al día. Pero es que hoy ya son 44.050. Y todo no puede deberse a un aumento del tráfico interurbano.

Entre las causas de este aumento están, inevitablemente, la presencia de un barrio como Valdespartera y todos los del sur de Zaragoza que tienen en la Z-40 un aliado indispensable para desplazarse a barrios más alejados o para llegar al trabajo evitando el complicado tráfico por el interior de la ciudad. Aunque son muchos los que se resisten todavía.

MÁS EN LA RONDA NORTE

También Valdespartera, y Arcosur en menor medida, han contribuido a que los registros también aumenten en el tramo que enlaza la A- 23 con Plaza. Sus datos han pasado de los 36.658 vehículos del 2012 a los 41.498 más recientes. Son casi 5.000 más cada jornada. El repunte de la actividad en la plataforma logística ayuda.

Pero los tramos más utilizados empiezan en la Ronda Norte entre Plaza y Malpica, con especial incidencia de la conexión con la A-68 y la N-232. En parte por la actividad que existe en su entorno pero además, sin duda, porque la avenida Ciudad de Soria (A- 68), la de Navarra (continuación de la N-232) y la de los Pirineos (enlace con la carretera de Huesca) son vías principales de acceso rápido al centro de Zaragoza. Hoy, en solo 15 minutos se puede estar en la plaza del Pilar desde la Feria de Muestras, lo que puede llegar a costar atravesar el paseo María Agustín en días de mucho tráfico.

Así se explica que el tramo entre Plaza y el enlace con la N-232 haya pasado de soportar 52.003 vehículos al día a los 58.353 actuales, 6.000 más. O que el subtramo entre esta conexión con la carretera de Logroño y la autovía A-68 haya pasado de 50.203 a los 68.075 de ahora, es decir, casi 18.000 más en solo 5 años.

Pero son los tramos que conectan con la A-23, hacia Huesca, y con la carretera N-II, hacia Barcelona, los que más tráfico mueven. Lógicamente, con Mercazaragoza y los polígonos industriales de Malpica y Cogullada como grandes polos de atracción, aparte del ya mencionado tráfico de paso. Entre el acceso de la autovía Mudéjar y el de la A-68 hoy pasan hasta 84.610 vehículos al día de media, cuando en el 2012 eran 47.343. Son 37.000 más. Hasta la N-II, son 65.168 los que circulan, 20.000 más que los 45.053 de hace cinco años.

Con esta evolución, la Z-40 se ha consolidado como una arteria principal de Zaragoza, a la altura de lo que fue en el pasado, por ejemplo, el que era gran nodo de comunicaciones de la capital, la plaza Paraíso.