La línea férrea Zaragoza-Sagunto ha experimentado un marcado incremento del tráfico de mercancías tras los trabajos de mejora llevados a cabo por el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) entre los meses de julio y octubre del pasado año.

«Se puede asegurar que se ha recuperado el volumen de transporte de mercancías que había con anterioridad a las obras», señaló un portavoz del ente, que subrayó que cada semana circulan entre la capital aragonesa y Valencia «una media de ocho convoyes más, cuatro en cada sentido y todos ellos frigoríficos».

Este aumento del número de trenes supone que en la actualidad recorren el trayecto entre ambas ciudades 36 trenes cada semana, dado que en el último trimestre del año pasado eran ya 28 los convoyes que utilizaban esta ruta, que había ido perdiendo tráfico en beneficio de la que pasa por Tarragona.

De hecho, la línea de Zaragoza a Sagunto, que forma parte del llamado corredor Cantábrico-Mediterráneo entre Bilbao y Valencia, ha ido atrayendo tráfico de mercancías paulatinamente, dado que en el 2012 solo pasaban tres trenes de este tipo. Puntualmente, además, aún aumenta más el paso de plataformas con contenedores, por lo que se alcanzan los 40 convoyes semanales.

La mejora de la línea, que se está llevando a cabo por fases, supondrá una inversión total de más de 386 millones de euros, de los que ya se ha invertido una parte, sobre todo en la mejora de la propia infraestructura, desde los raíles a las traviesas. Estas actuaciones no solo han permitido un aumento de la velocidad media, sino que además han supuesto un notable incremento de la seguridad.

Terminal marítima de Zaragoza

Fuentes del puerto de Valencia informaron de que el mayor volumen transportado en la actualidad se basa principalmente en productos alimenticios, en particular jamones, cuyo comercio se ha multiplicado debido a la crisis porcina que padece China. Estos productos, unidos a la fruta y la verdura, acaparan una importante cantidad de contenedores. Pero no conviene olvidar que también son numerosos los trenes cargados de coches de las marcas Ford y Opel.

Con todo, los 38 trenes semanales de mercancías no suponen una carga excesiva para la línea entre Zaragoza y Sagunto, ya que, pese a sus deficiencias, todavía podría absorber un mayor número de convoyes. Hay que tener en cuenta que en cada unos de sus extremos se encuentra un puerto importante (Bilbao y Valencia) tanto para la importación como para la exportación de toda clase de productos.

Además, queda un amplio margen para la mejora, en particular en lo que se refiere a la velocidad. A medida que se realicen estas mejoras aumentará la capacidad portante de los trenes en condiciones de seguridad.

No obstante, los avances se producen de forma gradual y aún está pendiente de afrontar el gran reto de la línea si se desea que se convierta en un gran eje de comunicación dentro de la Unión Europea: la electrificación.

En principio, esta operación ya está en marcha, dentro de los trámites previos, con el fin de dotar a la línea de características que la hagan compatible con los estándares del resto de Europa en materia de seguridad, sostenibilidad y respeto al medio ambiente.

La Terminal Marítima de Zaragoza se ha convertido en una pieza clave en el tráfico ferroportuario entre el Cantábrico y el Mediterráneo y gestiona anualmente en torno a 200.000 contenedores. Esta cifra podría aumentar rápidamente si la línea entre Zaragoza y Sagunto desarrolla todo su potencial, algo en lo que están empeñados los gobiernos autónomos de Aragón y la Comunidad Valenciana, que han mantenido varias reuniones al más alto nivel con el fin de presionar al Ejecutivo central y a la Unión Europea para que contribuyan a modernizar esta importante infraestructura.