Trágico inicio del mes de septiembre en lo que se refiere a la siniestralidad vial. En dos horas, cuatro personas perdieron ayer la vida en sendos accidentes en Chalamera, en la comarca del Bajo Cinca; y en Torres de Berrellén, en la Ribera Alta del Ebro.

El primero de ellos tuvo lugar a las 16.20 horas en una recta de la A-131 que une Fraga y Huesca y que asume gran cantidad de tráfico pesado. Allí falleció un matrimonio vecino de Huesca, de 52 y 62 años, y la hija de ambos de 17. La mujer era psiquiatra y médico de familia y el hombre, médico militar, según fuentes sanitarias. Eran las únicas personas que ocupaban el turismo que chocó frontalmente contra un tráiler. Sus mascotas, un perro y un gato, también murieron.

Hasta el lugar se desplazaron los Bomberos del Bajo Cinca que tuvieron que emplear varias horas para poder recuperar los cadáveres del amasijo de hierros en el que quedó el vehículo. También lo hicieron agentes del destacamento de Tráfico de la Guardia Civil para recabar pruebas en cuanto a la investigación, así como para regular la circulación dando el paso alterno.

Aunque todavía no está cerrada la investigación, todo apunta a que el conductor del camión chocó con el vehículo siniestrado tras realizar una maniobra para esquivar a una furgoneta que segundos antes se metió en un camino que da a un campo cercano.

El otro accidente tuvo lugar a las 18.20 horas, también en una recta. Fue en la A-126, en el kilómetro 49, perteneciente al término municipal de Torres de Berrellén.

La víctima, un vecino de Pinseque, de 30 años y natural de Rusia, murió tras salirse de la carretera la motocicleta que conducía. Según fuentes de la Guardia Civil, se salió de la vía por el margen izquierdo al realizar una posible maniobra evasiva de colisión con un camión.

En lo que va de año, según la estadística de la Dirección General de Tráfico, las carreteras aragoensas se han cobrado la vida de 31 personas, cuatro menos que el año pasado.