El ministro de Defensa, Federico Trillo, confirmó ayer su respaldo al informe que cierra la información previa sobre el accidente del Yak-42 y en el que aparecen reflejadas catorce quejas de militares sobre las condiciones de los vuelos en aviones exsoviéticos, que no fueron corregidas.

Aunque el texto señala que los viajes no se hacían "en condiciones óptimas" y que la inspección y el control de los aparatos correspondía a la agencia de la OTAN Namsa, Trillo rechazó que el documento contenga imputación alguna hacia el organismo, informó Europa Press .

El ministro recalcó que este informe se refería "estrictamente" a los aspectos "administrativos, organizativos y procedimentales concatenados con el accidente" y no a la investigación de sus causas: "La investigación corresponde a la Comisión Internacional y a las autoridades judiciales que la están desarrollando".

"Defensa --añadió-- ha aclarado que no se responsabiliza a nadie". Sin embargo, el ministro reconoció que Namsa "no cuidó establecer con claridad el alcance del reasegurado". "En consecuencia, sí suscribimos el informe, que es muy claro y muy contundente", concluyó. Ahora bien, el documento también refleja que el Estado Mayor Conjunto tenía derecho a inspeccionar los aviones.

Por su parte, la OTAN reconoció que puede mejorar los procesos de contratación y verificación de aviones como el Yak-42, después de tener acceso al contenido del documento. De hecho, un portavoz oficial de la Alianza Atlántica señaló que la organización militar asume de manera "muy constructiva" las indicaciones contenidas en el texto.

Además, desde que tuvo lugar el siniestro Trillo no ha dado respuesta a nueve peticiones formuladas por la oposición en el Congreso acerca del accidente.