Inseguridad, desconocimiento y precipitación. Tres palabras que definen cómo han tenido que afrontar muchos comerciantes esta primera semana de desescalada. Lo sabemos porque en estos días han sido muchos los pequeños comercios que se han dirigido a la Cámara para trasladarnos sus consultas y opiniones. Ante el anuncio de la vuelta a la actividad lo que han lamentado han sido las prisas, el hecho de las indicaciones de cómo abrir sus negocios llegaran con apenas unas horas de antelación, sin tiempo suficiente para prepararse. Por eso, muchos han preferido esperar y conocer la evolución de la desescalada antes de correr más riesgos.

De hecho, únicamente el 20% de las tiendas dio el paso este lunes de levantar la persiana en las condiciones marcadas por el Gobierno. Frente a esto, también sabemos que retrasar la apertura de los comercios de más de 400 metros cuadrados perjudica grave e injustamente a aquellos que, por la naturaleza de la mercancía que venden (coches, muebles o electrodomésticos, por ejemplo), desarrollan su actividad en locales grandes. Estamos hablando de poner en riesgo puestos de trabajo y la supervivencia de numerosas pymes.

*Responsable de Comercio y Turismo de Cámara Zaragoza