La madrugada de ayer fue una de las peores que se recuerdan en los últimos años en cuanto a actos vandálicos en Zaragoza, con la quema de 15 contenedores, lo que equivale a que en apenas cinco horas ardieron 10.500 euros de las arcas municipales, sin contar con los daños en arbolado, comercios, casas y vehículos particulares. La Policía busca a los responsables de estas quemas intencionadas y concentradas en la zona de la avenida Cataluña y el bario de Miralbueno.

La peor parte se la llevó el primer distrito, donde los Bomberos de Zaragoza sofocaron el incendio de cuatro depósitos en la propia avenida Cataluña, del que fueron avisados a las 00.18 horas; otro en la calle Aguasvivas, 15 minutos después y, ya en La Jota (pero en la misma ruta), uno en la calle José Oto, a las 2.15 horas y otros tres en la calle Felisa Galé. Estos últimos causaron daños en el cartel del centro médico privado La Jota, y derritieron también las persianas del primer piso del bloque contiguo.

SEGUNDA NOCHE

Pero si anoche la peor parte se la llevó la citada zona, en Miralbueno no están mucho más tranquilos. Ayer ardieron dos depósitos en calle Valdés Guzmán, poco después de medianoche, y casi cinco horas después otros cuatro en la calle Lago de Coronas.

Estos son los más inquietantes, no solo porque causaron más daños --a un coche marca Peugeot y a un BMW, y a un par de árboles-- sino por la reiteración. El lugar del incendio está a escasos metros de la calle Enrique Val donde, anteanoche, fueron quemados otros tres contenedores. El propietario de la furgoneta que resultó afectada por este incendio mostraba ayer su enfado por la impunidad de los vándalos, y su deseo de que la Policía les atrape.

En el último balance municipal, de finales del mes de julio, el vandalismo había calcinado ya 153 depósitos en Zaragoza, con un valor estimado de 94.500. Entre el propio valor de los contenedores y los costes de reposición que pasa la concesionaria FCC al consistorio, cada uno acaba costando unos 700 euros. Más difícil lo suelen tener para cobrar los dueños de los coches afectados o calcinados por estos fuegos. A no ser que la cobertura de su seguro sea amplia, o que se detenga a los culpables --y sean solventes--, no suelen recibir compensación.

La Policía Nacional y la Local mantienen un operativo conjunto de vigilancia contra el vandalismo, pero lógicamente no pueden abarcarlo todo. Por ello, solicitan la colaboración ciudadana, para que avisen al 091 o 092 si observan a alguien con actitud sospechosa rondando un contenedor. Capturarles en las proximidades permite además, habitualmente, encontrarles los mecheros o acelerantes que faciliten probar que son los autores del incendio intencionado y sean juzgados.