Los vecinos de los alrededores de la plaza Catalina Salazar y de la calle Zumalacárregui denuncian la falta de mantenimiento de la ribera del río Huerva. Critican que el vallado de protección está en mal estado y es peligroso. El Ayuntamiento de Zaragoza y la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) se desquitan de las competencias.

Desde el departamento de Medio Ambiente explicaron que la limpieza de la plaza Catalina Salazar, donde hay un parque infantil, sí que corresponde a Parques y Jardines. Aseguraron que se encuentra en buen estado ya que, indicaron, se arregló el vallado "hace pocas semanas". Desde este área achacaron al vandalismo "reiterado" como una de las causa del estado del vallado que no les permite reponer de manera "inmediata" los desperfectos.

Al margen de esta plaza, según el consistorio, "el resto de problemas del Huerva" son competencia al "100%" de la CHE. Precisamente donde los vecinos urgen a renovar la verja. Algo en lo que no coincide este organismo. "El mantenimiento del mobiliario es municipal", indicaron desde la institución. Aquello que es mobiliario municipal es responsabilidad suya, reiteraron. Desde la CHE explicaron que, a veces, la Administración se hace cargo de determinados trabajos en las riberas de los ríos, --como ocurrió con las del Ebro para el Expo-- y que son tramos urbanos pero, por convenios. "Una cosa es que la CHE haga actuaciones y otra es que sea competencia suya", precisaron.

Mientras, los vecinos denuncian, ya no solo el mal estado de las vallas, sino la suciedad acumulada "en una zona por la que pasan menores de edad", decía José Adolfo, un vecino que remitió una queja tanto al consistorio como a la confederación y que recibió la misma respuesta de ambas administraciones: que la competencia no era suya. Además, critican sentirse indefensos porque no asumen la responsabilidad.

"Por esta zona pasan muchos niños que acuden al colegio Montesori y da pena cómo está", lamentó. "Los jóvenes hacen botellón y hay mucho mendigo", explicaba, sobre todo en el acceso de Zumalacárregui desde la avenida Goya. El consistorio explicaba que la repetición de actos vandálicos en un periodo de tiempo tan corto no permiten poner a punto el vallado a la misma velocidad.