Y a no saben qué hacer para que su calle deje de ser una letrina pública para perros. La Hermandad Nuestra Señora del Refugio, el colegio público Joaquín Costa y la comunidad de vecinos del cuartel de la Policía Nacional que hay allí mismo, han enviado una nueva carta al Ayuntamiento de Zaragoza denunciado el estado de suciedad de la calle Tomás Crespo de Agüero por el incivismo de los dueños de perros, que utilizan esa vía para pasear a sus mascotas y no recogen sus heces.

"Hemos denunciado esta situación ya muchas veces, pero el consistorio no contesta nunca ni hace nada para acabar con este problema", se queja, Ángel Centelles, presidente de la comunidad de propietarios. La calle, de tráfico restringido y vigilada por cámaras de seguridad correspondientes al propio edificio policial, es utilizada asiduamente por muchos dueños de perros, que, a falta de zonas verdes, encuentran en los grandes alcorques del vial un lugar apartado pero cercano del centro urbano donde puedan aliviarse sus mascotas de forma discreta.

"Es vergonzoso. El 80 por ciento de los dueños de perros que utilizan esa calle no recogen las cacas", denuncia Centelles. A plena luz del día, la zona arenosa entre los árboles es un campo de minas malolientes. Y cada poco metros aparecen rastros de orines perrunos sobre las fachadas de ambas aceras. "Llamamos a la Policía, pero cuando llega, ya se han ido. Además les dices algo y se enfadan. La misiva advierte de la cercanía a ese punto de una guardería, un colegio y un centro de caridad: "Es un foco de infección para niños y gente con necesidades alimentarias". Los firmantes reclaman mayor control o que directamente allí se prohíban los perros.