Varios cientos de vecinos del barrio zaragozano de Las Fuentes, colectivos de izquierdas y partidos políticos recorrieron ayer la calle Compromiso de Caspe para mostrar su rechazo a la ultraderecha, que consideran cristalizada en el hogar social que el Movimiento Social Republicano (MSR) ha organizado en un inmueble deshabitado de la vía, en el número 83.

Como expuso la presidenta de la Federación de Asociaciones de Barrios de Zaragoza (FABZ), Nieves Boj, querían mostrar su rechazo a que "nadie altere la convivencia de nuestros barrios con un discurso racista y xenófobo, porque sabemos quién está detrás de estas siglas".

La manifestación, que recorrió la arteria de Las Fuentes sin mayores incidentes, solo se detuvo ante la casa. Allí les esperaban, en el balcón del primer piso, una quincena de ultras con la cara cubierta por máscaras sonrientes, con un pancarta que rezaba La pobreza no tiene rostro. Dos de ellos contemplaron la marcha a cara descubierta. En los flancos del edificio colocaron también una bandera y una pancarta propalestina.

La calma que presidió la manifestación, al grito de ¡Fuera fascistas de nuestros barrios!, solo se alteró cuando los ultras se pusieron a aplaudir desde el balcón, cuando la columna de manifestantes casi había pasado por completo. Pero la agitación se saldó solo con unos cuantos pitidos y peinetas. El nutrido cordón policial en torno al edificio hubiera impedido, en todo caso, que los incidentes llegasen muy lejos.

El edificio del MSR fue recientemente desalojado tras la detención de ocho de sus ocupantes por una pelea entre miembros del citado grupo y la Falange. Pero el juez anuló el arresto, y a falta de denuncias --ni entre ellos ni del propietario del inmueble-- y lesiones, la causa fue definitivamente archivada. Los vecinos quisieron dejar patente su rechazo a la presencia de un centro que, a la usanza del partido griego Amanecer Dorado, ofrece ayuda solo a familias españolas en situación de precariedad.