--Dice que se presenta a las elecciones porque no le gusta este modelo de universidad.

--Lo que no me gusta es cómo se gestiona. Mi meta es la calidad, y la de ahora es la universidad de la dejadez, del pasotismo, del todo vale. Está de espaldas a una sociedad que demanda otras cosas. La ciencia evoluciona, y por tanto las titulaciones y la enseñanza deben evolucionar. Hay una gran diferencia entre lo que hay y lo que tendría que haber. Un ejemplo: los campus se han hecho con criterios políticos o geográficos, no científicos. No hay que desmontarlos, pero sí reestructurarlos.

--¿Y cuál es su modelo?

--Uno con mayor descentralización para que las facultades y los departamentos dispongan de mayor autonomía para gestionarse y tomar sus propias decisiones. Y respecto a lo que decía de los campus, que su oferta sea más racional. En Huesca, por ejemplo, lo lógico sería que se impartieran Odontología y Bellas Artes. Odontología porque con los estudios que ya existen de Medicina no costaría mucho, y Bellas Artes porque Huesca es una tierra de pintores, escultores y cineastas que cuenta además con un gran patrimonio románico.

--¿Qué balance hace de la gestión de Felipe Pétriz durante los últimos cuatro años?

--El mismo que el de los anteriores rectores. Desde Vicente Camarena se inició un modelo equivocado que no ha respondido a nuestras expectativas. Las técnicas de enseñanza no han mejorado, el profesorado se ha renovado parcialmente, hay centros con planes de estudios anticuados y elaborados en función de los intereses de los departamentos, no de los estudiantes. Son sólo algunas muestras.

--Ha dicho que desde el rectorado se ha maltratado a su facultad, la de Medicina.

--Y a otros centros. Educación está peor. Y la Escuela de Enfermería imparte tres titulaciones en un espacio insuficiente porque no hubo previsión. El problema es que no se han reconocido las características especiales de algunos centros y se han buscado más las divergencias que las convergencias. Pero volviendo a Medicina hay un dato que es muy revelador. ¿Por qué no se reúne hace tiempo la comisión paritaria entre la universidad y la Consejería de Salud? La verdad es que hay problemas suficientes en este campo como para que esta comisión se hubiera reunido hace meses.

--¿Qué problemas?

--Por ejemplo tratar de ampliar la red de centros sanitarios que puedan ser universitarios, desde hospitales como el Provincial hasta los centros de salud. Así los estudiantes tendrán más posibilidades para hacer sus prácticas. En vez de aumentar el número de profesores, se ha reducido la plantilla. Ahora hay doce cátedras vacantes.

--Usted se presenta sin el respaldo de ningún grupo de profesores. ¿Se siente desprotegido sin ese apoyo?

--No, no me siento desprotegido porque nunca he buscado el apoyo de esos grupos. Me presento porque creo que puedo convencer a mucha gente, y eso es importante ahora que todos pueden votar. Además, no me gustan los grupos políticos de profesores. Así está la universidad. A mí, la ideología no me interesa.

--¿Le beneficia el nuevo sistema electoral?

--Por lo menos votan todos. El sistema anterior era dirigido y estaba encorsetado.

--¿Tiene equipo para formar gobierno?

--Desde luego. No estoy solo. Si gano habrá cinco vicerrectorados, una gerencia y dos secretarías, una general y una técnica, pero de momento prefiero no facilitar nombres.

--¿Qué opinión tiene de la LOU, la ley universitaria elaborada por el Partido Popular durante la legislatura que acaba de finalizar?

--Yo la defendí, aunque no sea perfecta. El rector se opuso y ahora la ha puesto en marcha. Eso es una incoherencia.

--¿Le parecería bien que el PSOE la modificara?

--No. Ahora que la convergencia europea es irreversible no sería bueno. No se puede poner todo patas arriba de nuevo. En este país no hay cultura de consenso sobre los grandes temas, y el de la universidad y la investigación lo es.