La relación de Vox con el equipo de Gobierno de PP y Cs en el Ayuntamiento de Zaragoza no peligra a pesar del desplante de Pablo Casado a Santiago Abascal en el Congreso de los Diputados. El portavoz de la ultraderecha en el consistorio, Julio Calvo, aseguró que se mantienen firmes «en defender las prioridades de la ciudad». Parece que el alcalde de la ciudad, Jorge Azcón, no tendrá así problemas para aprobar los presupuestos del próximo año, algo para lo que necesitará los dos votos de Vox (si la izquierda no da la sorpresa y apoya las cuentas).

El alcalde ya dijo ayer que una cosa es lo de Madrid y otra «los debates municipales». Lo corroboró Calvo, que sin embargo aseguró que su partido ha recibido «un aluvión» de solicitudes de afiliación en Zaragoza en las últimas horas, la mayoría procedentes del PP. «Nosotros vamos a seguir planteando los mejores presupuestos que se puedan en una situación especialmente complicada», afirmó el alcalde en su temprana comparecencia en el cementerio, donde seguramente daba por hecho que en Zaragoza no le fallaría ese «compromiso».

Y en la misma línea se pronunció Calvo: «De acuerdo con las palabras de Santiago Abascal, que tanto mi compañera Carmen Rouco como yo compartimos, somos conscientes de la responsabilidad que hemos asumido, que se debe a Zaragoza y a los zaragozanos. Por tanto, nuestras decisiones ante los presupuestos se fijarán en base a lo que consideramos que son las prioridades de la ciudad y el programa electoral de nuestro partido, como habríamos hecho si no hubiera habido una moción de censura», explicó el portavoz de la ultraderecha.

Vox pide en Zaragoza, y por ahí tratará de apretar al Gobierno de PP y Cs, «reducción de la carga fiscal, eliminación del gasto superfluo y de los solapamientos y duplicidades administrativas con otras instituciones, y preferencia absoluta de los servicios básicos sobre otros gastos que ahora mismo puedan ser prescindibles», recordó el concejal de Vox, que confesó que le sonó «muy mal» el «hasta aquí hemos llegado» de Casado. «¿A qué se refería? Nos gustaría que alguna vez nos dieran las gracias. Ha habido miembros significados del PP, aunque pocos, que se han atrevido a señalar lo que muchos españoles vieron: que esos ataques personales de Casado a Abascal fueron absolutamente injustos e injustificados».

Y es que el discurso del líder nacional del PP, Pablo Casado, durante la moción de censura a Pedro Sánchez sonó como un trueno. «Perplejo» se quedó Santiago Abascal, que se sintió traicionado tras escuchar esa diatriba «de raíces canovistas», que así la definió Pablo Iglesias, abrazado por un día a las palabras de los populares mientras sonaba, según Vox, la música del hundimiento del Titanic. Todos contra la extrema derecha, que ahora debe recomponerse en todos aquellos lugares donde pone sus votos en beneficio de PP y Cs. Nadie se fía, aunque hayan dicho lo contrario «por responsabilidad». Si bien, aunque Vox en Zaragoza haya asegurado su compromiso con PP y Cs, en Andalucía ya han dejado en suspenso el apoyo a los presupuestos regionales.

«Es un error estratégico, un calentón o un mal asesoramiento -prosiguió Calvo-. Posiblemente ante la complicación del dilema -trilema más bien, que sorprendentemente la palabra existe- que se le planteaba de votar a favor, en contra o abstenerse, se dejó llevar por los nervios, la precipitación o el mal asesoramiento. Pero que ha sido un error lo tengo claro».

La certeza de ese «desacertado» discurso de Casado lo reafirma el concejal zaragozano insistiendo «en el aluvión de solicitudes de afiliación que hemos tenido» en las últimas horas. «Y las llamadas de afiliados del PP, exafiliados ya, que hemos recibido», concluyó el portavoz de Vox, cuyos votos volverán a ser decisivos en la aprobación de los presupuestos municipales del 2021, de los que hasta el momento, a una semana de entrar en noviembre, no se ha sabido nada. Repitió hasta la saciedad la concejala María Navarro en la comisión de Hacienda que no habrá movimientos mientras no conozcan de qué fondos van a disponer.

«El mayor problema que tenemos es si conseguimos que otras administraciones, fundamentalmente el Gobierno de España, decide que tiene que apoyar a los ayuntamientos y no darles cero euros como planteó antes del verano», añadió ayer Azcón, que confía en que «todos seamos responsables y la mayoría exista» en la votación de los próximos presupuestos en Zaragoza.