En Aragón hay ya 10.443 personas que han recibido dos dosis de la vacuna contra el covid. Según los estudios que avalan la utilidad del fármaco de Pfizer, ha de pasar una semana desde que se ha administrado la segunda inyección para que la inmunidad sea completa, aunque no ocurre en todos los casos, puesto que la solución tiene una eficacia del 95%.

“Hemos sido unos privilegiados”, asegura Francisco Valle, que gestiona y trabaja en la residencia Somontano de Barbastro. Tiene 45 años, y si no fuera porque trabaja en un centro de mayores, no le habría tocado vacunarse aún. “La verdad que todo esto ha tenido mucha repercusión social y estamos muy contentos”, cuenta.

El primer día, reconoce, estaban “muy nerviosos” porque temían que las consecuencias fueran desconocidos, pero afirma que ninguno de los residentes ni de los trabajadores del centro ha padecido efectos secundarios. “Nada de nada”, recalca Valle que incluso explica que al principio no todos eran partidarios de vacunarse pero que al ver a sus compañeros hacerlo se decidieron a dar el paso. Ahora, cuenta, dice que está mucho más tranquilo que antes. “Ha sido un desahogo, una bocanada de aire. Estamos más cerca del final”, relata.

La alegría es compartida con su familia, puesto que tiene una niña pequeña y temía poder contagiarse y después llevar el virus a la residencia. O viceversa. Ahora ese miedo ha desaparecido, aunque en los asilos todavía mantienen los estrictos protocolos de control y aislamiento para evitar riesgos. “Las familias de los residentes están muy contentas, pero todavía mantenemos los turnos de visitas. Espero que con el tiempo eso pueda llegar a cambiar”, dice.

Eloy Marco tiene 84 años y vive en la residencia Somontano de Barbastro, en la que no han notificado ningún positivo durante toda la pandemia. “Esto (la vacuna) es una cosa muy buena y no me dolió ninguna de las dos. Notas el pinchazo y ya”, dice. En toda su vida, cuenta, recuerda haber vivido una situación como esta, aunque si que se acuerda de que cuando él era pequeño sus padres le hablaron de la gripe del 1919, la gripe española. “Soy de Fonz y tengo muchas ganas de ir al pueblo y ver cómo está la casa”, zanja.

Se mantienen los protocolos en las residencias

“Visto lo visto, sí, somos unos privilegiados”, dice María Isabel Blasco, que trabaja en la residencia municipal de Mas de las Matas. En este centro casi todos han recibido ya la segunda dosis, a falta solo de nueve trabajadoras. En total son 76 entre los mayores y el personal, por lo que se puede decir que más del 6% de la población de Mas de las Matas ya está inmunizada contra el covid. Un porcentaje alto si se tiene en cuenta que, en toda la comunidad, esa cifra no alcanza el uno por ciento.

“La gente no hace más que preguntarnos si ahora les vamos a dejar salir a los mayores, pero no podemos. En el pueblo, al principio, nos decían que sí, que nos vacunáramos nosotros primero y que ya verían ellos luego si eso -ríe Blasco- pero ahora están encantados y convencidos”. El miedo a que “nos apareciera un tercer ojo” se ha desvanecido.

Las familias de los residentes también están ahora más tranquilas, a pesar de que en este centro tampoco han tenido contagios en toda la pandemia. “Están agobiados. El otro día escuché a un residente que, hablando con su hijo por teléfono, le dijo que como ya se habían puesto las dos vacunas ya podía salir”, relata la trabajadora. Por el momento deberán seguir aplicando los mismos protocolos, pero Blasco espera que, en no mucho tiempo, los residentes puedan ir sin mascarilla. O por lo menos no todo el día.

Por otra parte, mientras se completan las dos pautas de la vacuna en el resto de colectivos, esta semana comenzará la vacunación también de los grandes dependientes, para los que irán 1.800 dosis. Por el momento, el Gobierno de Aragón ha confirmado que no se va a vacunar a sus cuidadores y que van a priorizar a aquellas personas que puedan desplazarse a los centros de salud.

El ritmo depende del suministro

El proceso de vacunación en Aragón comenzó el pasado 27 de diciembre, por lo que la cifra de más de 10.000 inmunizados se ha alcanzado después de algo más de un mes. Si se mantuviera este ritmo de vacunación, que depende de las dosis que llegan hasta la comunidad, tendrían que pasar once años para que todos los aragoneses hubieran recibido las dos inyecciones. Y hay que tener en cuenta también que para completar la pauta, es decir, para poner la segunda inoculación, han de pasar, por lo menos 21 días.

Las previsiones son, de todas formas, que el ritmo se acelere y que las farmacéuticas, poco a poco, vayan haciendo llegar más vacunas y de diferentes marcas. Hasta el momento se han puesto 55.958 dosis, entre la primera y la segunda, del fármaco contra el covid en la comunidad en algo más de un mes.