La comunidad aragonesa acaba de vivir una de las primaveras más cálidas desde el año 1971, con 1,4 grados sobre la media histórica. Y, al mismo tiempo, las precipitaciones han estado por debajo de lo esperable y se han situado en un 81% de los valores normales. En el caso de la provincia de Zaragoza, los meses de marzo, abril y mayo del 2014 han alcanzado temperaturas que los sitúan como la tercera primavera meteorológica más cálida de los últimos 53 años, al igual que Huesca, mientras que en Teruel se ha producido la segunda más cálida de la serie histórica.