La sociedad Zaragoza Vivienda incluirá a sus 90 inquilinos del barrio de Torrero en la rebaja de los alquileres aplicado a todas las viviendas sociales de la ciudad. Las había excluido porque llevan vinculado a este arriendo una opción de compra que lo dificultaba, pero la presión ejercida desde este bloque de VPO, ubicado en los suelos de la antigua cárcel, desembocará en su inclusión. La decisión se prevé adoptar la próxima semana en el consejo de administración y permitirá a las familias que habitan en este inmueble una disminución del 10% en la cuota mensual. Una reducción que se traducirá en unos 60 euros menos de los 600 euros que abonan ahora. Esta diferencia la cubrirá el consistorio. A 5.400 euros al año por piso y una factura global de 68.000 euros que se cargarán en el millón de euros de ayudas directas que inyectará.

PRESIÓN VECINAL

La amenaza de que algunas de estas familias acabaran abandonando estos pisos, después de que estos denunciaran las dificultades que estaban teniendo para hacer frente a este gasto, se ha sumado al impulso de una rebaja generalizada, en más de mil viviendas en toda Zaragoza, con la reducción del precio por metro cuadrado y estableciendo un máximo en la cuota a abonar en el 30% de sus ingresos.

La disminución, en su caso, no será exactamente igual, ya que no solo no son viviendas sociales sino que además llevan incluida una opción de compra por la que están pagando cada mes. Exactamente, en torno a un 30% de la cuota actual va a financiar ese derecho preferencial para hacerse con la vivienda transcurridos los ocho primeros años de ocupación. Con garaje y trastero, que ya están disfrutando y a los que algunas familias se habían mostrado dispuestas incluso a renunciar.

Ahora no tendrán que hacerlo. La rebaja del 10% en el alquiler mensual lleva aparejada también una disminución de la cuantía que se destina a la opción de compra, que bajará al 15%. Aunque esta medida es complicada de formalizar y obligará a firmar un nuevo contrato por esos pisos, ahora escriturados a sus nombres.

La pregunta es obvia: ¿Cuál es el valor actual de esas viviendas en el mercado? Tan lógico como de difícil respuesta. Solo tienen una idea clara, la estimación con la que se formalizaron en su día ahora están fuera de mercado y como son de su propiedad se pueden revisar a la baja para adaptar las cuotas y permitir hacer más asequible residir en esta comunidad de vecinos. Un bloque en el que, por otra parte, sigue habiendo seis pisos vacíos y a los que se podría dar salida.