Zaragoza en Común ha alertado este jueves sobre la desprotección de los menores víctimas de malos tratos durante la pandemia, como resultado de la suspensión de las visitas domiciliarias de los servicios sociales.

La portavoz del grupo municipal en el Ayuntamiento de Zaragoza, Luisa Broto, ha denunciado estas prácticas durante la comisión de Acción Social, donde ha pedido explicaciones al consejero municipal del área, Ángel Lorén.

"Estamos hablando de vecinos que denuncian golpes, gritos de niños en domicilios, de profesores que notifican los malos tratos que los niños les hacen llegar ocultos a través de sus deberes", ha expresado Broto.

La portavoz de Zaragoza en Común ha asegurado que el equipo de Gobierno municipal realizó una "prohibición expresa" de realizar estas entrevistas presenciales con las familias, a pesar de que habían sido solicitadas previamente por los profesionales.

Broto ha denunciado que los trabajadores sociales y psicólogos dedicados a la detección de malos tratos en la infancia fueron desplazados a otras actividades durante el estado de alarma, como a la atención telefónica general por la covid-19.

"Los equipos de los centros fueron disgregados y dejaron de funcionar como tales durante la pandemia para atender la demanda de la línea 900", ha indicado.

En ese sentido, Broto ha recordado la importancia de estas reuniones presenciales durante el confinamiento, ya que los menores no tenían contacto con los colegios, o los centros de tiempo libre, que permanecían cerrados.

"El Ministerio de Sanidad, aunque dice que tiene que haber recomendaciones en cuanto al trabajo telemático, fundamenta que, si hay demanda de los profesionales, la prescripción facultativa debe tenerse en cuenta", ha agregado Broto.

Por su parte, el consejero municipal de Acción Social y Familia, Ángel Lorén, ha negado en la comisión que diera la orden de prohibir las visitas domiciliarias, una situación que ha achacado a las medidas del confinamiento.

"No hemos prohibido. En el periodo de cuarentena, la declaración del estado de alarma impedía precisamente las visitas presenciales y lo que se ha hecho es un método de trabajo alternativo", ha argumentado.

El edil popular ha defendido que se ha seguido dando respuesta a las necesidades de la ciudadanía y ha acusado a Broto de "hacer política con los servicios sociales".