El Casademont Zaragoza abre la séptima jornada de la Liga Endesa en La Fonteta este sábado (18.00 horas), en una nueva prueba muy exigente para el equipo de Diego Ocampo. El listón sube en Valencia, ante un equipo de Euroliga, que viene de ganar en Kaunas este mismo jueves, que posee un mayor potencial económico y deportivo, con unas miras diferentes, objetivos más altos. Eso sí, Casademont y Valencia acumulan el mismo número de victorias en la Liga, dos, si bien el equipo de Ponsarnau ha jugado un partido menos porque ya ha tenido su jornada de descanso en esta competición impar.

El conjunto aragonés continúa buscando su camino, su identidad. O, al menos, prolongarla durante un mayor número de minutos, que no sean solo instantes, momentos de inspiración. Lo hace respaldado y espoleado por sus dos últimas victorias, frente al UCAM Murcia y al Start Lublin, en la ACB y en la Champions. En ambas el equipo de Diego Ocampo mostró un puñado de buenas virtudes, momentos brillantes, de dominio, pero también otros de dudas, de desatención defensiva, de relajación. Por ahí pasa, para empezar, la mejora de este Casademont, por tener una mayor solidez, por consolidar lo que hace bien y minimizar lo que hace mal.

Ahora además es un equipo más compensado. Cuenta con un nuevo base, Luka Rupnik, que, en apenas una semana, ha acelerado su integración en el equipo. Lo demostró en Polonia y lo necesita el conjunto aragonés para estabilizar su juego. Además, Javi García es la única duda del equipo. El zaragozano sufrió un esguince de tobillo que le impidió jugar en Polonia y el cuerpo técnico espera poder recuperarle para esta tarde.

Así, el equipo aragonés viaja con todo lo que tiene disponible, bajas aparte. Enfrente, Ponsarnau tiene la ausencia de Joan Sastre, que sufrió la rotura parcial del ligamento interno de la rodilla derecha a principios de este mes. El técnico debe hacer un descarte. el habitual es Quino Colom, que no cuenta para el club naranja, y el segundo no puede ser un jugador de formación local. En Valencia preocupa la manera en que está afectando el equipo la doble competición. Ponsarnau ha insistido en las últimas fechas en la necesidad de que el equipo sea competitivo en los dos torneos, lo que puede variar la rotación de jugadores que está haciendo.

El equipo mantiene una amplia base con respecto a la temporada pasada. Con el técnico a la cabeza, continúan Van Rossom, Quino Colom (aunque no cuenta), Guillem Vives, Vanja Marinkovic, Fernando San Emeterio, Joan Sastre, Louis Labeyrie, Mike Tobey y Bojan Dubljevic. El club valenciano se ha reforzado con cinco jugadores, Martin Hermannsson (Alba Berlin), Klemen Prepelic (Real Madrid), Derrick Williams (Fenerbahce), Nikola Kalinic (Fenerbahce) y, a última horay por una necesidad de cupos, Jaime Pradilla, arrancado del Casademont Zaragoza a golpe de cláusula.

MALA RACHA / La victoria valencianista en Kaunas, en la Euroliga, tras marcharse por debajo al descanso, supone un alivio y un refrendo para un equipo que, en la Liga Endesa, acumula dos derrotas consecutivas, frente al Betis y al Unicaja. Circunstancia a la que querrán poner fin en casa. Por contra, el Casademont quiere continuar remontando el vuelo tras haber tocado fondo en San Sebastián. Desde ese día el equipo suma dos victorias y ha mejorado sus sensaciones aunque, como dijo ayer Luka Rupnik en su presentación, el grupo tenga aún mucho margen de mejora.

Imponer su ritmo de juego, a campo abierto, y la batalla por el rebote se antojan como dos de las claves de un partido que va a exigir mucho al Casademont Zaragoza. El equipo aragonés es el segundo de la ACB que más rechaces captura (39,17), solo superado por el Madrid, y es el segundo también en rebotes defensivos (28,33) con el Valencia muy cerca (26,60) en esa estadística. El Casademont es el quinto conjunto que más puntos anota (84,67) y el Valencia, el quinto con mejor valoración (90,20) de toda la Liga.