Sergio Hernández se marcha "feliz" de Cerdeña y no es para menos viendo el resultado (83-95) pero el técnico del Casademont tenía varios motivos para estarlo. "Acabamos de jugar, para mi gusto, el mejor partido desde que estoy en el equipo porque combinamos varias cosas", aseguró el argentino, que pasó a detallar las virtudes de su equipo.

"Un ataque sólido, fluido, supimos jugar en todas las posiciones de campo cada vez que fue necesario, jugar más interior, más perimetral, pasando más el balón, siendo agresivos con el tiro cuando ellos no nos permitían los pases. Defensivamente estuvimos sólidos, sacamos del juego a sus mejores jugadores sabiendo que ellos generan mucho juego del poste bajo. Sabíamos de antemano que nos iban a crear muchos puntos ahí pero no queríamos que nos crearan juego de ahí y tuvimos paciencia porque a veces te desespera que te anoten y quieres ir a ayudar pero ellos se sienten felices, viven de eso. Les quitamos de eso, la conexión casi permanente con su base principal y tuvimos mucha entrega", resumió el técnico.

Pero no terminó ahí. Elogió también a su banquillo y destacó el dato que, a su juicio, resumía el partido. "El equipo siempre creció a través de la rotación. El otro día fue Brussino y hoy tuvimos a Rasheed y a Barreiro a un nivel altísimo, creando sus propios tiros y sus propias situaciones, y todo el mundo alentando. Wiley nos está proveyendo de cosas que nos faltaban, ves que puedes defender a un jugador de 2,15, no digo fácil pero lo puedes defender y eso también nos tranquiliza. Así que contento y el resumen lo muestran las 27 asistencias que hicimos que es nuestro récord de lo que va de año", concluyó Hernández.