El Gobierno de Aragón ya ha definido cuál es su plan para la desescalada. Sin embargo, será el Gobierno central quien analice las propuestas de las 17 comunidades autónomas y defina los pasos a seguir en las próximas semanas, hasta recuperar la normalidad.

El comisionado para la despoblación del Gobierno aragonés, Javier Allué, ha concretado más la propuesta aragonesa, después de que ayer el presidente del Ejecutivo, Javier Lambán, avanzara que su plan se centra en que salgan primero los municipios de menos de 5.000 habitantes, que en Aragón representan el 95% del total.

El comisionado para la despoblación del Gobierno aragonés, Javier Allué, junto con el director general de Salud Pública, Francisco Javier Falo, este lunes. // FOTOGRAFÍA: NURIA SOLER

Allué explicitó que la desescalada se desarrollaría en cuatro fases. La primera comenzará ya y se desarrollaría hasta el 2 de mayo; la segunda fase, del 3 al 15 de mayo; la tercera, del 16 al 29 de mayo; y la cuarta y última, del 30 de mayo al 8 de junio. En las sucesivas etapas se irían incorporando nuevos municipios y permitiendo cada vez más actividades.

El director general de Salud Pública, Francisco Javier Falo, ha explicado que estas medidas se sustentan en la situación sanitaria analizada en las zonas menos pobladas de Aragón. "Hay territorios del interior de Aragón, con una densidad de población muy baja, que han tenido tanto una incidencia de casos como de mortalidad muy limitada", no llegando ni al 1 por 1.000. "La incidencia se acumula en espacios urbanos y espacios con brotes", ha recordado.

Además, el modelo de desescalada que plantea el Gobierno de Aragón permite, en palabras de Falo, otras lecturas del avance de la nueva fase de la epidemia. "Los territorios con menor población y menos comercios tienen una probabilidad de transmisión menor del virus, y por otro lado, representan en torno al 20% de la población total de Aragón, lo que nos permite ver si se produce algún cambio en la tendencia de los datos de bajada de incidencia del virus". Y ha subrayado: "El desescalamiento debe ir ligado a la vigilancia sanitaria".

Un primer capítulo del documento que se remitirá al Ministerio de Sanidad en las próximas horas es el referido al escenario territorial en el que se dibuja el contexto municipal de Aragón. El segundo capítulo entra ya de lleno en el ámbito sanitario, con especial insistencia en que en las alrededor de las 120 zonas básicas de salud de Aragón, en 14 no han llegado en ningún momento de las semanas de pandemia a una tasa de 0,001 casos graves (casos confirmados de COVID-19 que han requerido hospitalización) por 1.000 habitantes. Hay otras seis zonas básicas de salud en núcleos rurales que han tenido como mucho, y en alguna semana aislada, una tasa de incidencia de ocho casos graves por cada 10.000 habitantes.

En general, todas las zonas básicas de salud aragonesas situadas en zonas rurales han tenido una incidencia de casos graves por debajo de 1/1.000 habitantes semana tras semana.

El tercer capítulo es el referido a las condiciones de prevención que han de presidir este proceso, con insistencia en que “la aplicación de las fases de desescalamiento está supeditada a que se tomen estrictas medidas de higiene y control, que se mantendrán durante todo el periodo de transición”.

Como la transmisibilidad de la enfermedad está ligada fundamentalmente a la agregación de personas en el espacio y en el tiempo, se propone que las primeras medidas se dispongan en municipios de pequeño tamaño y que tengan un alcance limitado.

En la primera fase, ha indicado Allué, se permitiría levantar el confinamiento en los municipios de menos de 5.000 habitantes (salvo los que se encuentran en el área metropolitana de Zaragoza), restringiendo la movilidad "solo a dentro del municipio y a los movimientos permitidos en el estado de alarma, o ir a los huertos, siempre de forma individual". También en esta primera fase, los municipios de menos de mil habitantes podrían plantear la reapertura de actividades comerciales no esenciales.

Para la segunda fase, "siempre si la evolución es positiva y lo permite", insistió Allué, se plantería en los municipios de menos de 5.000 habitantes la recuperación de la actividad comercial no esencial, la posibilidad de hacer ejercicio físico de manera individual y paseos con las personas con que se conviva-. Además, promover el "efecto racimo" en la movilidad, esto es, permitir los desplazamientos entre núcleos libres de covid-19.

Se recuperaría también la actividad de locales de hostelería (bares y restaurantes) para un aforo máximo de 30 personas y siempre que se pueda garantizar un área libre de al menos 4 metros cuadrados por individuo, lo cual permitiría dejar un espacio libre entre clientes de un mínimo de 2 metros. El ayuntamiento correspondiente delimitará la densidad de mesas y clientes por establecimiento y zona.

Se autorizaría la venta de productos no alimentarios o de primera necesidad, siempre y cuando se dispensen en establecimientos multiproducto ya autorizados previamente (es decir, establecimientos de productos de primera necesidad), respetando las medidas de separación entre clientes y entrada regulada.

Sería posible también la reactivación de las actividades industriales de carácter no esencial.

En esta II Fase se levantaría también el confinamiento en los municipios entre 5.000 y 20.000 habitantes, que suman casi 200.000 habitantes y suponen un 15% de la población aragonesa. En estos municipios ya sería posible la movilidad exclusivamente en el interior del propio municipio, salvo para los casos autorizados dentro del estado de alarma, a todas las franjas de edad manteniendo las debidas medidas de protección y distanciamiento social. También se permitirá acudir a los huertos particulares.

La práctica deportiva se limitará a la actividad individual o la que no genere contacto físico.

Los parques infantiles seguirían restringidos. Los salones sociales o establecimientos hosteleros y en general cualquier actividad que congregue a más de una persona por cada 4 metros cuadrados deberán permanecer cerrados.

Todas estas medidas serían aplicables también al resto de los municipios, incluidas las capitales de provincia y los de más de 5.000 habitantes del entorno metropolitano de Zaragoza.

A partir del 16 de mayo y hasta el 29 de mayo, en la tercera fase, según la propuesta aragonesa, los municipios de menos de 5.000 habitantes podrían "recuperar un cierto estado de normalidad, planteándose la reapertura de la hostelería con límites, o la recuperación de puestos de trabajo no esencial, como en las peluquerías y otros servicios", ha explicado Allué.

La propuesta pasa, en los municipios de hasta 5.000 habitantes, excluidos los de área metropolitana de Zaragoza, por recuperar la actividad hostelera sin límite de aforo pero respetando las medidas de separación entre clientes y siempre que sea posible delimitar la zona de consumición permitiendo una entrada regulada.

Las empresas podrían disminuir los puestos en teletrabajo e incrementar los puestos de trabajo presenciales, manteniendo las distancias establecidas y los protocolos de seguridad y prevención que se establezcan.

En esencia, esta fase supone la adaptación casi completa a la nueva normalidad que va a generar el coronavirus.

En los municipios de 5.000 a 10.000 habitantes, siempre que la fase precedente no tuviera efectos negativos a nivel epidemiológico, se reforzará el levantamiento del confinamiento al permitir el contacto con aquellas localidades vecinas que las autoridades sanitarias consideren libres de brotes de coronavirus.

Sería posible la apertura comercial manteniendo las medidas de seguridad; la actividad de locales de hostelería para un aforo máximo de 30 personas y siempre que se pueda garantizar un área libre de al menos 4 metros cuadrados por individuo, lo cual permitiría dejar un espacio libre entre clientes de un mínimo de 2 metros.

Se permitiría también la apertura de actividades comerciales en locales de menos de 500 m2 cumpliendo las distancias entre personas establecidas y las restricciones de acceso que permitan su cumplimiento, excepto aquellas que conlleven pruebas del producto con contacto físico del comprador (calzado, textiles, etc.).

A esta situación se incorporarían también los municipios de entre 10.000 y 20.000 habitantes, excluidos Utebo y Cuarte de Huerva, y los del Área Metropolitana de entre 5.000 y 10.000 habitantes.

En el resto de municipios, es decir, las tres capitales de provincia más Calatayud, Utebo, Cuarte de Hueva y La Muela, se permitirían todavía exclusivamente las actividades recogidas el Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo.

En la cuarta y última fase, desde el Gobierno de Aragón plantean la posibilidad de reabrir la circulación entre las localidades no afectadas por el virus. En concreto, en los municipios de entre 5.000 y 20.000 habitantes, sin incluir al área metropolitana y de hasta 5.000 habitantes de esta área, se permitiría el contacto libre con aquellas localidades vecinas que las autoridades sanitarias consideren libres de brotes de coronavirus.

También se podrían autorizar actividades de hostelería en el interior de locales, siempre y cuando sea posible respetar las medidas de separación entre clientes y sea posible delimitar la zona de consumición permitiendo una entrada regulada.

Las empresas podrán, asimismo, disminuir los puestos en teletrabajo e incrementar los puestos de trabajo presenciales, manteniendo las distancias establecidas y los protocolos de seguridad y prevención que se establezcan.

Se podrán permitir, del mismo modo, la apertura de actividades comerciales en locales de más de 500 m2 cumpliendo las distancias entre personas establecidas y las restricciones de acceso que permitan su cumplimiento. Las actividades que conlleven pruebas del producto con contacto físico del comprador (calzado, textiles, etc.) deberán disponer de medidas de desinfección suficientes en productos y habitáculos confinados (probadores).

En lo posible serán actividades realizadas de forma individual y dentro del horario que se determine.

En los municipios de más de 20.000 habitantes y los de más de 5.000 del área metropolitana de Zaragoza se levantaría también el confinamiento, aunque restringiendo la movilidad exclusivamente al interior del propio municipio. Se permitirá recorrer con libertad el municipio a todas las franjas de edad manteniendo las debidas medidas de protección y distanciamiento social.