La industria del automóvil en España arranca paulatinamente motores tras el parón veraniego con los ERTE primaverales del covid en el retrovisor y la amenaza de rebrotes durante el otoño e invierno en el horizonte de la carretera. La incertidumbre es el común denominador de un sector, pero sorprende la resurrección de la planta de PSA en Figueruelas. Si hay un ejemplo de recuperación en ‘V’ ese es el de la factoría aragonesa que prevé cerrar el año con una producción de entre 375.000 y 380.000 unidades, a pesar del azote de la pandemia.

De no haber sido por el parón del coronavirus, la planta zaragozana habría batido todos los récords, ya que hubiera cerrado este 2020 con casi 540.000 unidades fabricadas ---la mayor cifra histórica data del 2008 con 489.000 unidades--. Pero el covid-19 lo ha impedido. Los datos llevan a una conclusión inequívoca: durante los últimos seis meses Figueruelas ha dejado de producir más de 160.000 unidades de sus tres vehículos, el Corsa, el Crossland X y el C3 Aircross.

Lo que no ha logrado es que la fábrica zaragozana vuelva con un ímpetu que ha sorprendido a todos, a los representantes de los trabajadores los primeros. «No esperábamos esta recuperación tan rápida, ha sido una grata sorpresa», asegura el representante de UGT en la planta, José Carlos Jimeno. Su homólogo en CCOO, Chema Fernando, coincide en el diagnóstico: «Yo suelo ser optimista, pero nunca imaginé que estaríamos ahora a este nivel productivo».

Durante enero y febrero, la planta produjo alrededor de 78.000 unidades cada mes (casi 160.000 entre ambos). Pues bien, a partir del próximo 5 de octubre, la factoría aragonesa ha previsto que cada día salgan de la línea productiva entre 2.100 y 2.200 unidades frente a las 1.700-1.800 actuales. Y todo ello, gracias a la recuperación, en el plazo de un mes, del turno de noche al 100%, lo que situará a la factoría al máximo de su capacidad productiva.

Tal es la recuperación que fuentes sindicales dan por hecho que la plantilla trabajará todos los sábados hasta finales de año para hacer frente a la elevada demanda. La traducción más inmediata de esta mayor carga de trabajo es la contratación de entre 150 y 200 empleados y el mantenimiento de entre 200 y 250 trabajadores temporales.

El hecho de que hubiera órdenes de compra paralizadas por el covid, sumado a la recuperación de los mercados a los que exporta (principalmente Reino Unido, Italia, Gran Bretaña y Alemania) y la relación calidad-precio de sus tres modelos explican parte de esta resurrección. Incluso la variante eléctrica del Corsa parece contar con una respuesta favorable fuera de España, de forma que si antes de la pandemia se esperaban producir 20.000 unidades, esa previsión se va a mantener este año.

PREVISIONES DEL SECTOR

Mientras esto ocurre en Zaragoza, Seat y Renault tienen previsto reactivar entre esta semana y la que viene sus factorías y se sumarán así al resto de las principales firmas del sector, ya operativas. Algunas de estas ya están ensamblando vehículos a ritmos similares a los de la etapa precovid. Caso aparte son las fábricas de Nissan y Ford, condicionadas desde hace años por giros empresariales y conflictos laborales, y cuya puesta en marcha no tiene un calendario claro.

Los grandes fabricantes de vehículos encaran lo que queda del año con cierto optimismo, pese a la caída sin precedentes de ventas del segundo trimestre del año. La patronal del sector Anfac ha revisado al alza sus previsiones y estima que el año será algo menos malo de lo previsto. Si en abril calcularon que las ventas caerían entre el 40 y el 45%, ahora creen que el descenso será del 35%, según explica su director general, José López Tafall.

Los efectos del Plan Renove 2020 activado por el Gobierno para apoyar al sector han incentivado levemente las ventas, que subieron el 1,1% en julio respecto al mismo mes del año anterior. Hasta el punto de que, según datos de otra de las asociaciones del sector, Ganvam, el repunte de ventas fue del 11,4% en las dos primeras semanas de agosto. A la espera de cómo evoluciona sanitariamente la pandemia, desde Anfac no contemplan que los rebrotes actuales consigan paralizar las producciones como lo hicieron en marzo. Mientras tanto, las líneas de montaje vuelven a ensamblar coches.

VOLKsWAGEN: Más producción y nuevos empleos

El lunes se introdujo el tercer turno en Volkswagen Navarra para volver a la normalidad productiva tras más de cinco meses. La central de Wolfsburgo ha pedido esta semana a la planta española fabricar 5.000 unidades más del modelo Polo hasta final de año, una cifra con la que alcanzarán las 247.000 unidades en total al cierre del ejercicio. Para poder cumplir esta demanda, se contratarán 452 empleados eventuales para garantizar el descanso de la plantilla sin detener la producción. Los nuevos empleados empezarán a trabajar el 17 de septiembre tras el período de formación

SEAT: Martorell arranca en una semana

La fábrica de Seat en Martorell y sus 7.000 empleados vuelven al trabajo a partir del próximo 31 de agosto. Los plazos se siguen sin imprevistos y la firma de origen español apura sus últimos días de estío para volver a producir. El objetivo es empezar con una media de 2.000 unidades al día, como antes del parón estival. Mientras tanto, las factorías de componentes de Seat en la Zona Franca de Barcelona ya están desde hace semanas operativas y produciendo. Paralelamente, Seat ha ampliado su Centro de Prototipos de Desarrollo de Martorell para unificar departamentos y trabajar más rápido.

RENAULT: Trabajando antes de lo previsto

El 18 de julio se dio por concluido el erte que afectaba a la plantilla de la planta de motores de Renault en Valladolid, el último de los tres centros de la marca en Castilla y León que faltaba por reanudar su actividad, dando por finalizados unos eres que debían durar hasta el 30 de septiembre. Las dos factorías de montaje, en Palencia y en la misma Valladolid, incorporaron a la totalidad de su plantilla el pasado 14 de abril. Las plantas, que pararon el pasado 18 de marzo, ya producen al ritmo previo al Covid-19, alrededor de 1.000 unidades del Captur y otras tantas del Kadjar y el Mégane al día, además de 400 baterías .

NISSAN: Embarrada en otro conflicto laboral

El pasado lunes estaba previsto que las líneas de montaje de las factorías catalanas de Nissan volvieran a sacar vehículos. El conflicto con una de sus subcontratas, Acciona, no lo ha permitido. Tras 94 días de huelga y unas breves vacaciones, la plantilla de la firma japonesa en Cataluña se reincorporó a sus puestos únicamente para recibir formaciones. Los 500 empleados de Acciona están negociando un ere y existe inquietud entre la plantilla y los proveedores de que el plan de retirada ordenada de Nissan se venga abajo si hay nuevas fugas. El 31 de agosto está previsto que vuelva a producir la línea 1. Para el día 7 está previsto que se reincorporen los trabajadores de la línea 2, la que ensambla pick-ups.

FORD: Un futuro plagado de incógnitas

El lunes volvió al trabajo el 100% de la plantilla de Ford Almussafes, Valencia, pero los datos no invitan al optimismo. Desde marzo, su producción ha caído un 41% y fuentes sindicales, asumen que probablemente se tendrá que negociar un nuevo erte. Sigue pendiente la salida de 150 trabajadores afectados por el ere planteado antes de la pandemia. Hay que sumar la incertidumbre en la planta de motores ante el fin de la producción de los EcoBoost en 2022. En la compañía existe la esperanza de recibir la asignación de un nuevo motor pero no hay nada seguro.