El Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD) del Ayuntamiento de Zaragoza, en colaboración con el Gobierno de Aragón, ha perdido un 53% de usuarios desde que comenzó el estado de alarma. En apenas un mes ha pasado de los 6.765 usuarios a poco más de 3.200, según informan desde Acción Social. La mayoría, 2.200, son los usuarios más dependientes y vulnerables que mantienen sin alteraciones la atención, mientras que alrededor de 1.000 reciben un servicio de limpieza del hogar una vez a la semana.

Este descenso se debe principalmente al miedo al contagio. Este servicio exige el acceso de la trabajadora a la vivienda, algo que ha despertado la desconfianza de algunas familias que han rechazado de forma voluntaria la ayuda.

Desde el Gobierno de Zaragoza explican que, pese a la renuncia, se sigue realizando un seguimiento telefónico de todos los usuarios del SAD que estaban registrados antes de la crisis para comprobar que se encuentran bien atendidos y detectar posibles necesidades, sobre todo emocionales ya que muchos están pasando el confinamiento en soledad.

La crisis sanitaria del coronavirus ha obligado al consistorio a reorganizar el servicio porque «parte de los usuarios atendidos están ahora cubiertos por sus familiares» y porque han surgido nuevas necesidades consecuencia del encierro, como hacer la compra. Según los datos facilitados por la concejalía que dirige Ángel Lorén, ya se han realizado alrededor de 1.200 salidas de personas auxiliares relacionadas con compras.

También se han derivado 900 usuarios al servicio municipal del mayor y muchos de ellos han sido inscritos en el servicio de comida a domicilio que presta La Caridad.

Respecto a la teleasistencia, actualmente hay 11.200 usuarios a los que se les llama con frecuencia para controlar su situación y su estado emocional. El ayuntamiento dispone de psicólogos que están atendiendo a los mayores con ansiedad o depresión.