Caspe acogerá una vez más la Vuelta Ciclista al Bajo Aragón, una de las competiciones más prestigiosas de la categoría cadete en España, que desde este viernes al martes que viene celebra su 35ª edición y que contará con 194 corredores inscritos repartidos en 28 equipos.

Entre estos, cabe destacar la participación de dos equipos belgas y dos franceses, que repiten de la Vuelta del año pasado y que aportan un carácter internacional a la competición aragonesa.

La presencia de mujeres en la carrera es un aspecto fundamental para la organización, dando lugar a que desde hace tres años se realice el maillot de las féminas, el rosa, y que en esta ocasión participen un total de 14 mujeres, de las cuales ocho son aragonesas, repartidas en cuatro equipos de féminas.

"Intentamos apostar por el deporte femenino que poco a poco se esta haciendo un sitio en el ciclismo", ha asegurado el presidente del Club Ciclista Caspolino, Victor Monfort, en rueda de prensa.

En cuanto a corredores aragoneses, la competición contará con una treintena de ciclistas de la Comunidad Autónoma, de los cuales cinco son caspolinos.

El presidente de la Federación Aragonesa de Ciclismo, Luis Marquina, ha señalado que la competición "es algo importantísimo porque el ciclismo base es la esencia y es de donde luego salen todos los futuros campeones".

Un hecho que también ha recalcado Monfort, ya que "en un futuro veremos en el campo profesional a estos chicos y chicas que van a participar en la Vuelta, como ha sido el caso de Marc Soler, Jorge Arcas o Luis León Sánchez".

Asimismo, la Vuelta también ha sido cuna de grandes corredores aragoneses como Fernando Barceló, Sergio Samitier o Jaime Castrillo, entre otros.

La competición contará con cuatro etapas que están caracterizadas por el objetivo de la organización de buscar "siempre el innovar, el no repetir recorridos y cada año buscar un aliciente distinto para los recorridos de la vuelta".

La competición arranca con la etapa reina este viernes en Chiprana. Esta tendrá un recorrido de 2,5 kilómetros y será una contrarreloj urbana que acabará en alto en la Iglesia de Chiprana.

La siguiente etapa se desarrollará el sábado y consistirá en un recorrido de Fabara a Fayón que acabará en el Alto del Mirador del Ebro y que tendrá cuatro dificultades montañosas, dando lugar a que sea propia para escaladores.

El domingo, la tercera etapa partirá de Nonaspe y finalizará en Maella. Esta cuenta con dos puestos de montaña y, según ha asegurado Monfort, "presumiblemente se llegará al sprint".

La Vuelta llegará a su fin el martes en Caspe, donde los corredores participarán en una última etapa caracterizada por comenzar y finalizar en la Avenida Chiprana de Caspe. Se desarrollará en un circuito entre Caspe y Chiprana en dos ocasiones y, para finalizar, se realizarán dos vueltas al circuito de la circunvalación de Caspe.

La competición conlleva grandes beneficios para la localidad zaragozana. De hecho, el alcalde de Caspe, Jesús Senante, ha señalado el "gran impacto económico y publicitario" que supone la competición para la localidad ya que "unas 1.000 personas" acudirán a Caspe con motivo de la Vuelta.