Después de una semana totalmente aciaga fuera de casa, el Real Zaragoza vuelve a jugar hoy en el estadio de La Romareda, donde hasta el momento cuenta sus partidos por victorias tanto en la Liga como en la Copa de la UEFA, con el objetivo de reencontrarse con el triunfo. La inesperada derrota en campo del Racing de Santander (1-0), entonces colista de Primera División, y la sorprendente eliminación a las primeras de cambio de la Copa del Rey por parte del Nástic de Tarragona (2-1), dan paso esta tarde a un difícil compromiso liguero frente al Sevilla. El cuadro andaluz, colocado en el segundo puesto de la clasificación, es el rival más complicado que ha tenido hasta la fecha el conjunto zaragocista como local.

El Zaragoza, aunque en La Romareda sólo ha conseguido ganar en la Liga por más de un gol al Getafe (3-1), en la primera jornada, se ha mostrado mucho más fuerte en casa que a domicilio, donde unicamente ha sido capaz de sumar un punto en Málaga (0-0). Esa fortaleza la pondrá hoy a prueba un Sevilla en alza. El cuadro aragonés, independientemente del potencial del rival, tendrá que saber sobreponerse también a la decepción que supuso quedar apeado de la Copa, en la que defendía el título logrado la pasada campaña, por uno de los colistas de Segunda División. Para superar esta prueba de madurez contará con el inestimable apoyo de sus aficionados.

Por su parte, el Sevilla de Joaquín Caparrós afronta el compromiso del estadio de La Romareda con el reto de consolidar su segundo puesto en la clasificación con un triunfo. Esto le permitiría enlazar su tercera victoria consecutiva en el campeonato. Los sevillistas quieren evitar la euforia por la buena trayectoria en la Liga y, tras ganar en la eliminatoria copera al Algeciras (0-1), aspiran a amargar la tarde a los zaragocistas. Las estadísticas del Sevilla en La Romareda le favorecen ya que los sevillanos han puntuado seis veces en las diez últimas visitas en partidos de Liga en Primera División. La pasada campaña empataron a cuatro tantos después de llevar un resultado desfavorable de 4-2 en su contra.

SIN CAMBIOS Víctor Muñoz, a pesar del fracaso cosechado ante el Nástic, no tiene previsto hacer cambios en el once inicial y apostará por alinear esta tarde a sus titulares más habituales frente a los andaluces. Eso al menos es lo que ensayó ayer en el entrenamiento realizado a puerta cerrada en el estadio de La Romareda. Existía la posibilidad de que Delio Toledo pudiera desbancar del lateral izquierdo de la defensa a Agustín Aranzabal, pero todo hace indicar que el futbolista vasco se mantendrá en ese puesto. De esta forma, los jugadores que cayeron en Tarragona tendrán la oportunidad de desquitarse ahora de ese importante borrón.

El técnico del Real Zaragoza sigue contando esta semana con las bajas de Luis Carlos Cuartero, a quien, tras recuperarse de la fractura de dos costillas sufrida ante el Levante, sólo le falta coger un poco más de condición física para entrar de nuevo en los planes de Víctor Muñoz, y de los guardametas César Láinez y Jorge Zaparaín. Gaby Milito y Alvaro Maior, los dos centrales titulares, podrán jugar hoy a pesar de haber sido expulsados el pasado miércoles ante el Nástic, porque ambas tarjetas rojas fueron por acumulación de dos amarillas y tendrán que cumplir la sanción en la Copa del Rey de la próxima temporada.

DOS SALIDAS Para el conjunto zaragocista es muy importante salir victorioso del compromiso contra el Sevilla por doble motivo. En primer lugar porque necesita el triunfo para olvidarse cuanto antes de la dos derrotas, una en la Liga y otra en la Copa, sufridas en la última semana, y en segundo, porque después del duelo de esta tarde tendrá que visitar consecutivamente al Atlético de Madrid y el Valencia, dos enemigos de cuidado, en el campeonato liguero. Y es que hasta el momento el Real Zaragoza ha sido un equipo muy endeble cuando ha jugado a domicilio. Por eso fallar ahora en casa sería muy peligroso.