Golpes como aperitivo. La gresca protagonizada por jugadores del Real Madrid y Estudiantes empañó ayer una jornada de debut en la ACB en la que el Tau deboró al verde Bilbao (57-104) y se coloca como primer líder del año. El espectáculo de Vistalegre (estadio lleno, dos equipos entregados y el morbo de ver a Felipe Reyes ante su exequipo) quedó en la basura por el enfrentamiento entre jugadores cuando estos enfilaban el camino a los vestuarios. Un bloqueo de Sonko a Jasen encendió una pelea entre estos, en la que Herreros intentó mediar y a cambio se llevó una patada de Garcés (reflejada en el acta) que propició un tumulto colectivo. Antes, en un partido vibrante en la grada y en la pista y con los árbitros en el ojo del huracán, el conjunto de Maljkovic, se impuso (77-68) con 8 puntos de Felipe Reyes.

El verdadero espectáculo de la primera jornada se vivió en una cancha de estreno. En La Casilla, la furia del Tau se desató por el Bilbao, que vivió un bautismo mediocre en su desembarco desde la LEB. Seis vitorianos superaron la decena con Calderón en racha (23 puntos). Maluenda anotó 4 para los locales. Otro favorito, el Bar§a ganó al Breogán de Montxo López (96-88) y se valió del gran partido de Dueñas, Navarro, Drejer y Boridoga para frenar la metralleta Bell (33 puntos y 7/17 de tres)

ETERNO LUCIO El coliderato tiene sabor aragonés, ya que la gran actuación de Lucio Angulo (19 puntos) propició el triunfo del Etosa Alicante ante el Granada (76-67) de Ordín (8 puntos). El choque más igualado se vivió en la Fuente de San Luis. El Pamesa necesitó una prórroga para superar al Gran Canaria (92-88).

El otro derbi de la jornada se vivió en Sevilla y acabó con desilusión local. El Caja San Fernando sucumbió (67-73) ante un Unicaja con mayores recursos ofensivos y donde Garbajosa no lució como se esperaba (8 puntos) en su retorno a la ACB. El argentino Walter Herrmann estuvo soberbio (22 puntos). Por último, el Manresa reaccionó a tiempo para imponerse al Unelco Tenerife por 86-71 en un encuentro en que los locales acusaron demasiado los nervios en el inicio del encuentro.