En medio de la exhibición de Márquez, que, en Assen, ha vuelto a demostrar seguir igual de fino, hambriento y veloz que siempre ("tú haces tus cálculos y luego llega Marc y te los desmonta; nuestro problema se llama Márquez, no hay más", insiste Valentino Rossi) ha emergido Aleix Espargaró. Hasta hace poco era el hermano menor en velocidad, gloria, poles, victorias y títulos de Pol. Mientras Polyccio crece (y lo hace veloz), Aleix se ha convertido en el chico de moda de MotoGP. Y los magníficos lo saben. Y a él se han agarrado el Doctor, Dani Pedrosa y Jorge Lorenzo para meter miedo (o intentarlo) a Márquez.

Ayudado por el mal tiempo, que si llueve, que si no llueve (hoy, de 12.00 a 18.00, es decir, a las horas de las carreras, hay el 85% de posibilidades de que llueva, es decir, que llueve) y, sobre todo, montado sobre ese neumático chicle, superblando, que le permiten montar en su Yamaha carrera cliente, Espargaró, el mayor, el grande, los ganó a todos y logró, a los 24 años, en su 11ª temporada en el Mundial y en su gran premio 150, el mayor premio de su vida: "Una pole por delante de dos monstruos como Marc (Márquez) y Dani (Pedrosa), por delante de las dos Honda oficiales... No se puede pedir más".

No solo ellos confían en Aleix. También los magníficos. Al menos para que le complique las primeras vueltas a Márquez y no se escape. "Yo veo a Aleix capaz de ser protagonista de la carrera", aseguraba Rossi. "No me gusta que la gente diga que Aleix ha logrado la pole por ese neumático extrablando que tiene y nosotros no tenemos", dijo Márquez. "No me gusta porque ha sido una gran pole, muy currada. Ha sido muy pillo, veloz y lleva todo el fin de semana demostrando que tiene gran ritmo".

Para pillo, Márquez. El campeón vio en la vuelta buena, en el único intento de pole que tuvieron todos (a los pocos minutos se puso a llover), que todos se ponían en fila detrás de él y se abrió, se separó, los dejó pasar. Y sin él tirando, todos se despistaron menos Espargaró. Tanto que Jorge Lorenzo saldrá desde la tercera fila y el Doctor, desde la cuarta. Mala suerte. Ocurra lo que ocurra, Assen, la catedral, ya ha bendecido a Aleix.