--Menuda temporada. Copa del Rey y sufrimiento por la permanencia, todo un contraste.--El balance al final ha sido positivo. Una de las dos competiciones se ganó de forma maravillosa y en la otra se acabó en el puesto duodécimo, casi a mitad de tabla. Pero para llegar a esa conclusión hemos pasado por muchas vicisitudes en un torneo de la regularidad que ha sido vertiginoso y sufrido, con muchas tensiones hasta que ganamos a Osasuna.

--¿Llegó a ver cerca el descenso?--No temí por bajar a Segunda, pero sí vi que se podía complicar mucho mantener la categoría. Si ese partido ante Osasuna hubiera acabado en 0-0...

--El descenso hubiera sido trágico.--A todos los niveles. A nadie se le escapa cómo está la economía del club. Hemos refinanciado la deuda, esos 24 millones de euros, llevando a largo plazo lo que vence a corto. A eso se le hubiese añadido un balance de pérdidas de la siguiente temporada con unas mermas brutales. Hubiese sido el caos, algo demasiado difícil de levantar.

--Ese sufrimiento y esos temores deben reportar una enseñanza para tratar de evitarlos, ¿no?--Sobre todo, lo que hemos aprendido es que no hay que caer en los puestos de abajo en el comienzo de curso. El secreto está en empezar bien la temporada, como lo hizo este año Osasuna. Arrancó bien y pronto se vio claro que no bajaría.

--Otra enseñanza es que los mimbres no sobran en el Zaragoza.--La idea es reforzar la plantilla, aumentar el nivel medio, pero también aligerar la carga de fichas y el número de jugadores. El director deportivo ya anunció el verano pasado que en un año no se puede hacer un equipo, que nos iba a costar dos o tres. Hace un año se hizo un esfuerzo por varios jugadores, no nos pudimos quitar a otros y nos quedó un plantel muy pesado y económicamente caro, pero se creó la base de un equipo de futuro en el que algunos rendimientos ya se han dado y otros se darán.

--¿Qué criterios se van a establecer a la hora de fichar?--Hay que establecerlo en tres patas. Por un lado, la juventud y la proyección, y, por otro, la experiencia. Milito, un futbolista joven, y Savio, muy contrastado, fueron dos buenos ejemplos el año pasado de una y otra cosa. El tercer elemento debe ser la cantera, los jugadores de casa como Cani, Generelo, Láinez, Soriano... Eso sí, en toda esa mezcla el denominador común debe ser el compromiso del futbolista con el club.

--Menciona a Soriano, un jugador al que Víctor comunicó que iba a tener difícil estar entre los habituales.--El entrenador tiene confianza en todos los que van a continuar, pero de los 18 o 20 futbolistas de campo que tendrá, habrá un grupo de unos 14 más habituales. Siempre habrá algunos que intervengan menos.

--Futbolistas como Láinez, Milito, Alvaro o Villa han demostrado ser básicos. ¿Son imprescindibles?--Ni siquiera el presidente lo es. La habilidad de una sociedad radica en que nadie lo sea. Eso sí, hay unos jugadores más importantes que otros, cuya ausencia se notaría mucho más. La idea es no tocar la base, que ningún futbolista básico se vaya, pero cuando alguien se quiere marchar de un club lo mejor es que se vaya. Ya nos pasó con Morientes.

--Podría pasar también con Alvaro si no llegan a un acuerdo en la mejora de su contrato.--El es libre de estimar que hay que modificar el contrato, pero igual que éste se hizo de común acuerdo, cualquier modificación o mejora hay que hacerla del mismo modo. Si a ambas partes interesa, se hará, pero es un asunto que hay que resolver dentro de casa.

--Otro asunto pendiente es el de la continuidad de Movilla.--Se hará todo lo posible para que siga. Lo único que cabe es el traspaso y se va a intentar porque es un jugador importante, querido, que ha transmitido lo que lleva por dentro, deportiva y humanamente. De todas formas, no se puede olvidar que está de por medio su decisión y la del Atlético, el club al que pertenece.

--El equipo tiene jugadores jóvenes, otros han acabado su contrato y se van, la afición ha respondido... Hay que aprovechar este momento.--Es el momento oportuno para hacer un Zaragoza más fuerte. En el actual equipo hay un margen de mejora, de estabilidad y de asentamiento, porque ha demostrado que es capaz de hacer buen fútbol y hay una esperanza fundada en que todavía lo desarrollará mejor el próximo año con el deseo de no pasar tanta angustia.

--Sobre todo por la afición. Siempre estuvo al lado del equipo.--En el partido ante el Barcelona, sólo por el ambiente en el estadio, parecía que habíamos ganado la Liga. Se ve clara esa euforia y esa ilusión y ahora el objetivo es que los 30.000 abonados de esta temporada se conviertan en 32.000. A ver si el año que viene los no abonados tienen problemas de entradas cuando quieran ir a un partido.

--¿Qué objetivos marca al equipo en la próxima temporada?--A muy corto plazo. En Liga, arrancar bien, en Copa hay que pasar al menos las eliminatorias a un partido y en UEFA superar la liguilla.

--Se le ve menos ambicioso.--Por supuesto que el objetivo es acabar entre los seis primeros, pero hay que subir peldaños, con metas más cercanas, porque la Liga es larga. Lo primero es ocupar una zona estable en la tabla y después tiempo habrá de mirar para arriba.

--También hay que mirar a La Romareda, donde siguen a la espera.--El ayuntamiento ha dado un paso importante al reconocer el estado de deterioro y se invertirá en adecentarlo provisionalmente. Ahora, queda esperar al 30 de junio, donde se ha anunciado que se tomará una postura política en un asunto que reclama una solución urgente.

--Se puede reformar el campo o hacer uno nuevo. ¿Qué le parece al club lo mejor?--Daremos nuestra opinión. Lo que queremos es un campo en condiciones y además hacer un entorno lúdico que convierta el partido en todo un día de fútbol. Si eso se puede hacer donde está, bien, si no, habría que llevarlo a otro sitio.