Tiene 37 años y es cántabro

Subió al Fuenlabrada a ACB

Ha jugado la Korac y ULEB

Adora la tortilla de patatasEntrenador hecho a sí mismo desde que comenzó a dirigir al Cantabria en la Segunda División en 1990, Oscar Quintana (6-3-1967) es un claro representante de la hornada de técnicos jóvenes que han cogido con éxito el relevo de la anterior generación. Ese tránsito se escenificó ayer en el Príncipe Felipe cuando recogió formalmente el testigo que había dejado sin dueño Alfred Julbe. Amante del cine, de la lectura y del teatro, el cántabro, que ha dirigido al Fuenlabrada diez temporadas (lo ascendió en la 97-98 a la ACB, jugó la Korac en la 99-00 y la 00-01, la ULEB en la 02-03 y descendió este año a la LEB), adora la tortilla de patatas, según confesó en una entrevista en la web de su último club. Ahora, llega al CAI ansioso por crecer y embarcarse en un proyecto ganador, oliendo a Acqua de Gió de Armani, su colonia favorita, y dispuesto a quitarse la corbata en cuanto se apaguen las cámaras, como hizo ayer tras su presentación, para ponerse a trabajar en el reto del ascenso. Su pasión oculta es el cacao. Cuando se le pregunta, sólo pide un deseo. Ser feliz. Y serlo con el CAI.