Jon Stefansson quiere celebrar con una victoria su partido número 150 en la Liga ACB, predominando los jugados en Zaragoza donde cumple su tercera temporada. Cuando llegó, el CAI no era el equipo de hoy, un conjunto triunfal que no puede contener la euforia. Se lo impiden los resultados y su afición, que en el último encuentro en casa generó una de las mejores atmósferas que se recuerdan en el Príncipe Felipe. La idea es repetir el ambiente y empujar al equipo hacia la cuarta posición. Rudez dice que se puede soñar y sus compañeros le creen. Piden, eso sí, que el empuje de la grada sea el mismo que logró tumbar al Valencia hace dos semanas.