Una terrible granizada ha azotado este jueves a los corredores más rezagados que subían hacia la cima del col de Porte en la segunda etapa del Critérium del Dauphiné que ha ganado el ciclista esloveno Primoz Roglic. Varios ciclistas se han visto obligados a poner pie a tierra, ya que el suelo estaba cubierto de auténticas bolas de hielo. Otros se han refugiado donde han podido y algunos se han presentado a los autobuses de sus equipos con marcas en la espalda consecuencia de los golpes del granizo.

Uno de estos ciclistas ha sido el corredor francés Máxime Chevalier. Su equipo, el B&B Hotels-Vital Concept, ha distribuido a través de su cuenta oficial una fotografía con las heridas de su corredor. Pero no ha sido el único afectado por culpa de la granizo. Otro corredor con marcas en la espalda ha sido Tim Declercq, del conjunto Deceuninck.

La tormenta se ha desatado cuando los corredores que se disputaban la victoria, entre ellos Mikel Landa, ya habían cruzado la línea de meta.