El Barcelona ha abierto el año con dos derrotas a domicilio, una estrenduosa en La Liga frente al Racing y otra menos sonora pero muy clarificadora de su actual situación contra el Levante en la Copa. En ambas citas ratificó su galopante crisis y subrayó que ya no marca ni como visitante. El Real Zaragoza jugará hoy en un estadio irreconocible, un Camp Nou donde el conjunto azulgrana tan sólo ha sido capaz de ganar al Murcia (3-0) y al Betis (2-1), dos clubs metidos en el furgón de cola del campeonato. Su último triunfo casero data del 9 de noviembre, hace dos meses, y en los últimos siete partidos tan sólo se ha impuesto en uno, a domicilio en el derbi catalán con el Espanyol (1-3).

Si La Romareda exhibe, junto a Montjuïc, el nada honorable título de ser el recinto de Primera División donde menos goles ve la afición de su equipo (7), el Camp Nou es el subcampeón, plaza compartida con Balaídos, de tan triste podio eventual. La hinchada culé se ha levantado del asiento para celebrar un tanto nueve veces en seis de los nueve partidos disputados en el santuario azulgrana, aunque en una de ellas, ante Osasuna, no sintió mucho orgullo porque fue Izquierdo, en propia meta, quien rubricó el empate con su desgraciada intervención.

Una ruina

La sequía del Bar§a en su feudo le está llevando a la ruina. Ronaldinho y Kluivert --éste no jugará hoy-- han marcado en dos ocasiones, y luego se despliega una pobre lista de aportaciones mínimas: Saviola, Xavi, Márquez y Cocu completan el cuadro de artilleros . En tres citas el electrónico ni ha parpadeado a su favor, con dos derrotas ante Valencia (0-1) y Deportivo (0-2) y un empate contra el Valladolid (0-0).

A la dificultad que halla para dar con la portería enemiga, el conjunto de Frank Rijkaard suma el lastre de afrontar a rebufo la mayoría de sus partidos en el Camp Nou. Sevilla, Osasuna, Valencia, Deportivo, Real Madrid y Celta se adelantaron, y el Barcelona tan sólo fue capaz de conseguir la igualada frente a los más débiles. En el caso de que el equipo de Paco Flores siga con esa tónica, la de marcar antes, tendrá al Bar§a contra las cuerdas.

Racanería general

Por si fuera poca su racanería anotadora en el hogar, en el cómputo general lleva 23 goles en 18 partidos, una media de 1.27 que contrasta brutalmente con su tradicional vocación atacante. Para hallar un registro peor que el actual hay que remontarse a la temporada 79-80, cuando el Bar§a consiguió 42 dianas en 34 jornadas (1.23) y se clasificó en cuarta posición.

El comportamiento del conjunto aragonés en la distancia no es memorable, si bien su relación con el gol es fija después de sus dos primeras salidas a Mallorca y San Sebastián, donde además de perder no logró un solo tanto. Después, su puntería ha ido mejorando progresivamente y nunca ha faltado a la cita del gol gane (Espanyol, Racing y Osasuna), empate (Villarreal) o pierda por la mínima (Málaga, Valencia y Sevilla). Si este Bar§a tan frágil le concede un metro en el marcador, luego tendrá que vérselas con la misma muralla ante la que cayó Osasuna, un sistema de contención desquiciante con tres medioscentro, Ponzio, Generelo y Soriano, de corta y rasga. Y por detrás dos centrales de armas tomar, Alvaro y Milito...