A veces, los partidos también se ganan desde una sólida estructura defensiva. Y el Barça de Koeman, castigado primero por la grave lesión de Piqué (noviembre) y ahora por el esguince de tobillo de Araujo (febrero), se desangra atrás, víctima de su tremenda debilidad. En los últimos tres partidos (Granada, Betis y Sevilla) ha encajado siete goles. "Todo el mundo hace fallos, no es justo ir contra Umtiti. Perdimos todos y ganamos todos", ha precisado el entrenador.

El verdadero problema radica, además, en que el equipo de Koeman es tan vulnerable que con poca cosa recibe un gol. Existe un factor común en estos últimos encuentros. El primer remate siempre acaba en gol. Así ocurrió con Kenedy, el jugador del Granada. Así sucedió luego con Borja Iglesias, el delantero del Betis. Y así se unió también Kounde, el central del Sevilla, ampliando tan mala estadística azulgrana.

Vive el Barça angustiado por esos síntomas de tremenda fragilidad, obligando a Koeman a tener que improvisar defensas tan inéditas como improvisadas porque se ha quedado sin recursos. No tiene lateral derecho: Sergi Roberto reapareció después de una grave lesión muscular que le tuvo dos meses de baja y recayó tras 80 minutos de juego y Dest, aquejado de unas molestias musculares que no le dejan vivir tranquilo, ha jugado solo dos partidos (ninguno completo) de los 10 últimos.

El drama se extiende, sobre todo, a la parcela central donde Koeman, una vez perdido Piqué, había encontrado la solución en Araujo, cuyo rendimiento había sido espectacular. Sufrió un esguince en el tobillo izquierdo en el Benito Villamarín y el Barça ha encajado cuatro goles sin el uruguayo en el campo.

Sin recursos, y con una plantilla descompensada, está Koeman. Sin recursos tampoco le dio el club. Ni cuando Bartomeu era aún el presidente el pasado verano. Ni cuando en este mercado invernal los candidatos no se pusieron de acuerdo para traer a Eric García, el central que pedía sin éxito el técnico.

Errores tácticos

Pudo el entrenador apostar por Lenglet junto a Mingueza, pero escogió a Umtiti. "Ha sido una decisión jugar con Umtiti y Mingueza porque cada tres días tenemos partidos y hay poca gente atrás", se lamenta Koeman, quien eludió culpar al defensa francés, que apareció en la foto de los dos goles del Sevilla (quebrado por Koundé y poco astuto cuando optó por tirar el fuero de juego con Rakitic).

"Es verdad que hay dos jugadas. Pero, por ejemplo, en el primer gol dejamos demasiado espacio, ya desde el medio campo", ha precisado el técnico dibujando el tanto inicial de Koundé, que contó con la complicidad de "No hablo solo de los defensas. Y en el segundo gol, nosotros normalmente no jugamos al fuera de juego", ha indicado Koeman en alusión a la decisión que tomó Umtiti de tirar la línea para colocar a Rakitic en posición ilegal.

No lo consiguió. "Yo siempre digo a los defensas que hay que seguir corriendo y no jugar pensando en el fuera de juego porque nunca sabes si tienes el lateral a tu espalda", ha afirmado el entrenador del Barça, admitiendo que Umtiti erró. "No fue una buena decisión".

La situación defensiva del Barça resulta tan dramática que Junior Firpo, lateral izquierdo, tiene que jugar en la derecha porque se ha quedado sin piezas a las que recurrir Koeman. Obligado también a jugar contra corriente porque está siempre por detrás en el marcador, prueba de esa excesiva vulnerabilidad.

"Impresionado por el desgaste"

Ha jugado 33 partidos esta temporada y en 15 ha empezado perdiendo. "Un gol en contra no quiere decir que es un fallo de nuestro equipo. Tuvimos las oportunidades, la más grande fue antes del 1-0", ha recordado Koeman en alusión al paradón de Bono a Messi, indicando que "está impresionado por el desgaste de mi equipo" ante el Sevilla.

Llevan 12 partidos en 39 días ("11 de ellos fuera de casa y yo habría firmado por estos resultados, claro que prefiero perder otro de Liga y ganar en la Copa", ha admitido Koeman) aunque en los cinco último partidos no ha podido dejar la portería a cero, a pesar de que Ter Stegen se ha convertido en el portero titular, también en la Copa.

En las fotos aparece casi siempre Umtiti, pero no los responsables de la decadencia defensiva que vive el Barça desde hace años. Y años.