Tras una semana de trabajo en la ciudad deportiva de Sant Joan Despí, el Barça se subió ayer al avión camino de Japón, donde inicia otra fase en su preparación. Una fase llena de actos extradeportivos para difundir la imagen de marca, al tiempo que arranca el tercer proyecto de Valverde. Arranca incompleto. Ni rastro, por ejemplo, del lateral izquierdo que necesita la plantilla. Arranca con sus dos primeros amistosos. El estreno del Barça de Griezmann y De Jong, a la espera de que vuelvan Messi, Suárez, Coutinho, Arthur y Vidal, que participaron en la Copa América, será el martes en Tokio ante el Chelsea de Lampard. El choque tendrá el componente emocional del reencuentro con Pedro.

El segundo amistoso será el sábado en Kobe ante el Vissel de Iniesta, Villa y Samper. Dos tests para empezar a medir la influencia del delantero francés, acompañado por su gran amigo Dembélé, a quien se le ve más feliz. Pero Valverde, en cambio, no tendrá el grupo al completo en una atípica pretemporada que no solo incluye la gira por Japón sino otra a Estados Unidos para un doble amistoso con el Nápoles de Ancelotti (7 y 10 de agosto) a menos de una semana del debut en la Liga en Bilbao (viernes 16).

Entre Asia y Estados Unidos queda el paso por el Camp Nou para disputar el 4 de agosto el trofeo Joan Gamper contra el Arsenal de Emery. Pero el Barça voló a Tokio con 26 jugadores: 17 del primer equipo, incluido Rafinha, que sigue pendiente de las negociaciones con el Valencia, y nueve del filial, entre los que destaca el japonés Hiroki Abe. «No me pongo ningún plazo para llegar al primer equipo», dijo el futbolista, de 20 años, fichado este verano para el Barça B tras convertirse con el Kashima Antlers en el mejor joven de Japón.

A la espera todavía de lo que suceda con Neymar, Valverde continúa esperando el lateral izquierdo que le permita, al menos, tener dos especialistas en cada zona del campo. Lleva un año Jordi Alba sin relevo natural. Desde que se marchó el verano pasado Digne al Everton en una gran operación económica (20 millones de euros), dejó un problema. La secretaría técnica azulgrana maneja una lista en la que figura, entre otros, el bético Junior Firpo. El Betis pide 30 millones.