Base y belga. Una fórmula de dos ecuaciones que para el Casademont Zaragoza resuena a apuesta ganadora. Si Sam Van Rossom fue en su momento una de las figuras que aposentó el proyecto de José Luis Abós en la regularidad de la Liga Endesa, el recién bautizado proyecto de Liga Femenina tendrá el faro de su compatriota Julie Vanloo, de 27 años. La uno de Oostende (1’70 metros) se convirtió ayer en el segundo fichaje del equipo de Carlos Iglesias tras el anuncio de la pívot estadounidense Keisha Gatling.

Vanloo es un referente de la mejor generación belga de baloncesto femenino. Con las Gatas conquistó el histórico bronce del Europeo del 2017 (6,2 puntos de media) y la cuarta plaza del Mundial 2018 en España (7,2). Sin embargo su participación se redujo en el último Europeo de Serbia (1,7), saliendo de la convocatoria de las últimas ventanas FIBA.

Su trayectoria es multicultural. Tras crecer en la Liga belga, la cual ganó en el 2011, compitió en Francia (Mondeville y ASVEL Lyon), Italia (Ragusa), Turquía (Istanbul Universitesi), Hungría (PEAC Pecs), Suecia (Lulea) y Australia (Townsville Fire). Recuperada de una seria lesión de tobillo, esta temporada regresó al Lulea sueco, donde promedió 8,8 puntos y 4,2 asistencias.

«Con su llegada incorporamos una directora de juego con experiencia internacional tanto a nivel de club como de selección nacional. Es una jugadora muy dinámica, con mucha energía, capacidad de jugar a campo abierto y buenas selecciones a la hora de jugar situaciones de bloqueo directo, ya que es una gran pasadora», explicó Pep Cargol, director deportivo del club.