El neozelandés Isaac Fotu llegará en las próximas horas a Zaragoza después de haberse comprometido por tres temporadas con el CAI. El ala-pívot de 20 años, que ya ha elegido incluso su dorsal, el 42, estará unos días con la primera plantilla hasta que el club tome una decisión definitiva sobre su futuro inmediato. La idea de la entidad es que se marche cedido a una Liga de primer nivel, que no tiene que ser necesariamente la ACB, para que continúe su progresión en un equipo en el que vaya a tener minutos de juego, pero antes de que eso suceda el CAI quiere ver a Fotu y que el jugador conozca su nueva casa.

Porque el club no descarta por completo la opción de que se quede directamente en Zaragoza, aunque lo prioritario es que Fotu tenga minutos de juego. En el caso de que finalmente se quedara, ocuparía directamente la ficha número 12 de la plantilla, sin necesidad de ninguna salida. "Me siento emocionado y feliz por comprometerme con el CAI Zaragoza, así como preparado para todos los desafíos que tenemos por delante", señaló el jugador en la web del club ante la que va a ser su primera experiencia profesional.

Con pasaporte británico --nació en York--, Fotu empezó a jugar al baloncesto en Torbay, Nueva Zelanda, hasta que en el 2012 se comprometió con la Universidad de Hawaii. Debutó con la selección nacional con 17 años y en septiembre disputó el Mundial de España. Fotu iba a comenzar su tercera temporada en la Universidad de Hawaii, donde el año pasado promedió 14,9 puntos y 6,1 rebotes, pero la NCAA le ha declarado "inelegible" para esta campaña tras la apertura de una investigación al sospechar que el jugador había incumplido la prohibición de obtener ingresos por jugar al baloncesto no profesional.

Fotu se define como un jugador intenso y muy competitivo. "Siempre que estoy en la cancha trato de poner la máxima energía posible en los tableros yendo a por los rebotes y defendiendo con mucha intensidad. Puedo anotar de diferentes maneras si el equipo lo requiere. Puedo jugar por dentro, lanzar desde media distancia e incluso desde más allá de la línea de tres puntos. Estoy dispuesto a hacer cualquier cosa por el equipo para conseguir la victoria", asegura el kiwi.

La juventud no es un obstáculo para él y el Mundial supuso un buen aprendizaje en su carrera. "Pienso que mi presencia con la selección nacional es una experiencia que me ayudará a adaptarme mejor al baloncesto profesional. La Copa Mundial es una competición muy dura y sirvió para acostumbrarme a jugar contra gente más veterana y con más experiencia que yo", señala. En el futuro, sueña con la NBA. "Lo primero de todo es ayudar al CAI Zaragoza a ganar partidos. En ese sentido voy a hacer todo lo que esté en mi mano para que eso suceda. Personalmente quiero trabajar duro cada día para poder tener una oportunidad en la NBA".