Eliseo Martín no ha tenido que salir de su Monzón natal para formarse como atleta y culminar su trayectoria con la medalla de bronce en los 3.000 obstáculos de los pasados Campeonatos del Mundo de París. Fuera de los grandes centros de Madrid y Barcelona, el oscense ha podido vivir tranquilo con su familia y sus amigos.

El caso de Eliseo recuerda al de Cacho y Antón en Soria. Los castellanos son considerados los mejores de la historia en el atletismo español preparándose sin salir de su ciudad. El aragonés fue elegido en el mejor atleta español del 2003 en Zaragoza por los lectores de la revista Atletismo Español .

Pese a los triunfos, Eliseo nunca fue de figura, vive una vida normal y corriente y podría ser confundido con el quiosquero o el frutero de la plaza mayor, el encargado del pabellón polideportivo o el maestro de Educación Física del colegio Joaquín Costa. Pese a ser una estrella, Eliseo puede pasear apaciblemente por las calles de una localidad con 15.000 habitantes que ya cuenta con ocho olímpicos. Durante la semana, el altoaragonés se entrena por los caminos y las pistas municipales y los fines de semana recarga pilas en Naval, que es donde vive Mari Carmen, su novia.

Desde que en el año 98 logró ser finalista de los 3.000 obstáculos en los Europeos de Bupapest, nadie le ha podido mover del primer plano mundial de la especialidad. Han sido seis años en los que gracias a la buena planificación de Fernando García ha logrado una longevidad deportiva que admiran Antonio Jiménez, José Luis Blanco y Luis Martín, sus grandes rivales.

Mundial de Sevilla

El año 99 fue sexto del mundo en Sevilla con una táctica que le hizo famoso como fue la de recoger cadáveres . Los Juegos de Sydney los disputó con 26 años. Llegó con la esperanza de mejorar el puesto de Sevilla. Pero tuvo una experiencia agridulce. "Fue una carrera táctica y me quedé atrancado en un obstáculo a 200 metros de meta. Eso me quitó el segundo decisivo que me hubiera dado las opciones de luchar por la medalla", afirma el atleta del Adidas, que fue sexto. "Tuve opciones a más. Igualar en unos Juegos lo que hice en un Mundial tiene doble mérito. Pero en Australia, con un poco más de suerte, habría luchado por los metales", afirma el montisonense.

A Martín le dio tiempo de hacer turismo en Adelaida. Después llegaron a Sydney. "Alternamos con deportistas como Lance Amrstrong, con el que coincidimos comiendo. Nos saludó la reina de España con la Infanta. También estuvimos con deportistas españoles de fútbol o ciclismo y vimos la final de fútbol que perdió España con Camerún", recuerda el altoaragonés.

La diferencia mediática entre los Juegos y los Mundiales es abismal. "Los Juegos son más motivantes que los Mundiales a nivel de los medios. La gente te achucha más por la calle. Esta prueba tiene una magia especial", apunta.

Esta temporada a sido dura para Eliseo puesto que ha tenido que compatibilizar los entrenos con los homenajes, galas, premios... "Hay que mantenerse centrado durante mucho tiempo y eso es complicado. Hay que llevar una vida muy sencilla y muy normal de cara a los entrenamientos, es como la vida de un monje", afirma.

Cuando Eliseo era atleta escolar veía muy lejano eso de disputar una Juegos. "Sólo llegaban a competir unos privilegiados. Había que tener unas condiciones extraordinarias y ser un fenómeno para estar allí. Con muchos años de sacrificio me he convencido de que podía estar en unos Juegos", indica.

Cuando su paisano Javier Moracho era olímpico en Seúl, Eliseo tenía 14 años. "No pensé que llegaría al nivel del vallista. Me proponía ser campeón de mi provincia y luego de Aragón", dice.

A Atenas llega en "plena madurez deportiva. Mi sueño es disputar los terceros Juegos en Pekín en los 3.000 obstáculos", explica el oscense. De los Juegos de Sydney, donde su clasificación era un premio, ha pasado cuatro años más tarde a los de Atenas, donde tiene el reto de llevarse una medalla. "Sólo ir a los Juegos es un premio. Además, en España hay un gran nivel para ganarse la plaza. Estamos cuatro atletas con mínima y hay dos finales, la del Nacional y la de Atenas"