Todo el mundo se mostraba incrédulo en el atletismo aragonés cuando un corredor veterano sacó adelante el Nacional de cross en Calatayud. Era el 2016 y el protagonista era el inquieto Víctor Navarro. Los resultados locales le acompañaron puesto que Toni Abadía y Cristina Espejo ganaron el título. Cuatro años más tarde Navarro ha dado el triple salto mortal y ha salido ileso del intento. Ha impulsado la organización del mismo evento en el Parque Lineal de Plaza. Pese a que las instituciones han sido reticentes, al final el resultado ha sido inmejorable. Y además con el éxito de los dos oros.

«Estamos contentísimos. El sábado fue un día muy duro porque no pudimos montar nada con el viento, la infraestructura se nos venía abajo y estábamos un poco preocupados. Pero hoy hemos sacado esto adelante con sobresaliente y viendo además la participación y la actuación de los aragoneses», explicaba Víctor Navarro, presidente del Atletismo Calatayud.

La carrera organizada por la Federación Española y la Federación Aragonesa contó con 85 voluntarios y otros 15 amigos de Navarro. «Desde la cinco de la mañana con unas linternas pusimos las cintas de balizaje entre cuatro o cinco personas». Navarro estaba crecido con el éxito. Ahora es ahora capaz de organizar cualquier otra cosa grande. «Hay que hacer un cross permanente internacional en Zaragoza», indicaba.

Autoridades

En el lugar reservado para las autoridades estaban Javier de Diego, el director general de Deportes del Gobierno de Aragón, Cristina García, concejal del Ayuntamiento, Susana Ochoa, presidenta de la territorial y Raúl Chapado, presidente de la Federación Español. «Ha sido muy emocionante y con muy buenos resultados por la parte local. Ha sido un festival del cross, un festival del atletismo y los aficionados han demostrado su pasión animando a todos los corredores. Es un deporte maravilloso y atrae cada vez a más aficionados. El parque era enorme y daba unas prestaciones estupendas». El dirigente decía que «lo bueno de Mayo y Abadía en que son excepcionales en la pista y transmiten muchos valores fuera de ella. El mejor beneficio que podemos hacer de un Nacional es que más niños de Aragón quieran hacer lo que han hecho Pol, Carlos y Toni».

Toda la familia de Carlos Mayo, encabezada por Juan Carlos, su padre, desembarcó en el circuito de Plaza. Allí no faltaba nadie. «Ha sido una gozada y un espectáculo. He visto a dos amigos compitiendo con mucha nobleza y dando espectáculo. Ha sido un día increíble para Aragón». Carlos comenzó a hacer atletismo con su padre. «Nunca pensé que pasaría esto. Yo atraía a mis hijos por el atletismo como un juego y les inculqué el valor del deporte como parte de su vida», aseguraba Mayo sénior, que fue un destacado maratoniano con el Olimpo. «El mayor valor de Carlos es su capacidad de sacrifico, lo que cree en él y la cabeza e inteligencia que tiene. Y es un español de pro, se siente aragonés por los cuatro costados y de Provencio, mi pueblo, y de Sigüenza, el de mi esposa», cerraba.