Cualquier partido con la selección de titular es siempre motivo de honda satisfacción para Iker Casillas, acostumbrado al banquillo en la Liga con su equipo. La Copa y la Champions son las otras válvulas de escape para el portero del Madrid, que prefiere eludir cualquier polémica. En la Roja, Vicente del Bosque parece dispuesto a respetar sus galones, con Víctor Valdés preparado para cualquier contingencia. En el club blanco, el debate se ha abierto en la Liga después de los goles encajados por Diego López en el derbi. En cualquier momento, Iker puede volver a defender el marco que nunca debió perder.

Reforzado por sus récords y su buen rendimiento en las competiciones en las que tiene protagonismo, Casillas salió en defensa de su compañero, con un discurso más propio de un capitán que de un meta que pugna por un lugar en el equipo titular. Iker lanzó capote a su colega. "Hasta ahora el míster ha optado por Diego en una competición en la que lo está haciendo muy bien. Si somos líderes es por méritos propios y gran parte de la culpa la tiene Diego. Me considero titular en la Champions y en la Copa del Rey. Cuando juego lo hago como en los últimos años", aseguró ayer el portero de Móstoles. El guardameta se mostró tranquilo por su situación actual. Ha asimilado su suplencia en la Liga. "Lo llevo bien. Siempre hay que analizar la aportación de los jugadores en cada competición y acatar las órdenes del entrenador. Luego cada uno quiere más y eso es bueno".

Casillas no culpó a su compañero del segundo gol del Atlético, el disparo lejano de Gabi que Diego López no fue capaz de atajar. "Hay que analizarlo, tiene a mucha gente por delante". Iker no pasó por alto el adiós de Carles Puyol al Barça. Con él ha compartido varios duelos y ha convivido mucho tiempo en la selección. "La decisión de Puyi es meditada. No deja el fútbol, sino que cambia de aires en busca de una experiencia nueva. Le deseo toda la suerte, es un grandísimo compañero. Queremos verle feliz. Me imagino que le agradecerán todo lo que ha dado por su club".

El Mundial de Brasil es un reto en el horizonte del meta blanco, que no quiere elegir entre ese título y la décima. "Ahora hay que pensar en el club. Si lo hacemos bien y conseguimos la décima, muchos jugadores podrán estar en el Mundial". Iker sabe que en cualquier momento puede volver a adueñarse de la portería merengue. Por otra parte, aseguró que siente el reconocimiento de la gente. "Cuando sales por la calle siempre tienes muestras de cariño. Tengo la autoestima muy alta", dijo.