Ángel Pérez de Inestrosa también ha decidido marcharse del Balonmano Aragón ante la imposibilidad del club para garantizar el pago de los contratos firmados esta temporada. De esta manera, el central ciudadrealeño se convierte en la quinta baja del equipo desde que el presidente, Óscar Mainer, ofreciera la carta de libertad a la plantilla en diciembre y deja a Mariano Ortega con un equipo de circunstancias sobre todo en la primera línea, donde solo continúan Demetrio Lozano y Álvaro del Valle con respecto al equipo habitual de la primera vuelta.

Antes que Pérez de Inestrosa decidieron dejar el equipo Cristian Postigo, que ya se entrena con el Stadium Casablanca, José Manuel Rial y Miguel Sánchez, de nuevo juntos en el Naturhouse La Rioja, y Juan Basmalis, camino del Limoges de la tercera categoría francesa. Es decir, cinco de los siete fichajes del pasado verano, de los que solo continúan el guardameta Jorge Gómez, que regresó a casa para acabar sus estudios de Derecho, y el pivote Alberto Val, también zaragozano.

Ángel Pérez continuará la temporada en un conjunto extranjero después de tan solo media temporada en el Balonmano Aragón, donde llegó procedente del Cuenca el pasado verano tras haberse proclamado segundo goleador de la Asobal solo por detrás de Alex Dujshebaev. Con la camiseta naranja ha vuelto a demostrar su capacidad anotadora, ya que deja el equipo como máximo goleador con 70 dianas en 15 partidos, una media cercana a los cinco tantos por jornada. Su actuación más destacada fue en el penúltimo partido, el de Copa en Puente Genil, donde logró doce tantos.

Con la marcha de Pérez de Inestrosa, Mariano Ortega se verá obligado a recurrir a más jugadores de la cantera y a modificar posiciones en su plantilla, puesto que se queda como único central puro el joven Juan Castro, que ha entrado con cuentagotas en la primera vuelta. De esta forma, la realidad deportiva cambia drásticamente para el equipo, que debe afrontar la segunda vuelta y una eliminatoria de Copa del Rey sensiblemente mermado. No obstante, su principal problema sigue sin ser deportivo, es la ausencia de ingresos lo que pone en peligro la supervivencia del club. Mainer aseguró que la entidad necesita todavía 300.000 euros para poder terminar la temporada y no llegan grandes patrocinadores.